Inteligencia artificial
Mark Zuckerberg, en apuros: Meta usa tecnología de la competencia y en la que han invertido sus propios ejecutivos para no perder la carrera de la inteligencia artificial
La cúpula del laboratorio de superinteligencia de Meta impulsa el uso de herramientas externas para acelerar su IA, una directriz que beneficia a Vercel, compañía en la que sus propios directivos tienen intereses económicos
En el corazón de Meta, el gigante tecnológico estadounidense, se ha encendido una llamativa polémica. Dos de sus más altos directivos en el área de inteligencia artificial, Nat Friedman y Alexandr Wang, son inversores en Vercel, una de las plataformas externas que ahora la propia compañía está recomendando a sus equipos de élite para agilizar el trabajo.
Una coincidencia que no ha pasado desapercibida y que plantea interrogantes sobre un posible conflicto de intereses en la estrategia para no perder el pulso en la frenética carrera de la IA. Las contrataciones y cambios de empresa en Silicon Valley se producen de manera constante y tras ellas puede quedar el típico rescoldo que permanece en toda hoguera mal apagada, algo que puede estar influyendo sobre los pasos que da la compañía que lidera Mark Zuckerberg.
Una solución de urgencia con la vista puesta en el futuro
Esta decisión de mirar hacia fuera nace de una necesidad acuciante, si bien resulta complicado no pensar en las implicaciones que derivan de ella y que van en diferentes direcciones. Según revelan documentos internos de la empresa a los que ha tenido acceso Business Insider, la propia infraestructura de Meta se ha convertido en un auténtico corsé burocrático para el Meta Superintelligence Labs (MSL).
Los equipos más avanzados se ven frenados por sus propios sistemas internos, que son demasiado lentos y engorrosos para el ritmo vertiginoso que exige la experimentación con nuevos modelos de inteligencia artificial.
En este sentido, los memorandos describen el entorno de trabajo actual como "poco propicio para el vibe coding", un concepto que define la programación ágil y creativa que hoy es fundamental en la vanguardia del sector. Para sortear este obstáculo, la dirección ha dado luz verde al uso de Vercel y GitHub con un objetivo claro: reducir los tiempos de despliegue de prototipos de varias horas a apenas dos minutos, una mejora sustancial que es indispensable para competir.
La figura clave en esta transición es precisamente Nat Friedman. El antiguo consejero delegado de GitHub fue fichado para dirigir la división PAR (Product and Applied Research), un grupo fundamental dentro del laboratorio de superinteligencia. Se considera que su experiencia en el sector es crucial no solo para supervisar el desarrollo de futuras herramientas, sino también para sortear las barreras internas que han lastrado la innovación.
No obstante, esta apuesta por herramientas externas no es más que un remedio temporal. La compañía es consciente de sus carencias y ya trabaja en una solución definitiva que resuelva el problema de raíz. El proyecto, bautizado internamente como "Nest", busca construir una infraestructura propia, moderna y robusta que permita a sus ingenieros trabajar con la agilidad que demandan.
Por otro lado, la situación pone de manifiesto una paradoja notable. Meta, uno de los colosos tecnológicos del mundo, se ve forzada a recurrir a soluciones de terceros para no quedarse atrás en la carrera de la inteligencia artificial. Una maniobra pragmática que, sin embargo, revela las enormes dificultades que afronta un gigante de su envergadura para mantener la flexibilidad y la velocidad de reacción que definen la innovación en nuestros días.