MásOrange
Con MásOrange tendrás mejor cobertura en las tormentas, todo gracias a sus nuevas antenas
La compañía está implementando nuevas antenas capaces de mantener la conexión incluso con viento o lluvia intensa
MásOrange ha comenzado a instalar un nuevo tipo de antenas inalámbricas para conectar sus torres móviles en zonas donde resulta complicado llevar fibra óptica. El objetivo es reforzar la red en lugares con mala accesibilidad y evitar caídas cuando el tiempo se complica. Así, la compañía quiere así garantizar que la cobertura móvil llegue con más estabilidad, incluso en emplazamientos donde hasta ahora las conexiones dependen de equipos más frágiles.
Para ello, el grupo de telecomunicaciones empleará unas antenas especiales desarrolladas por Nokia que funcionan en una banda de frecuencias poco habitual pero muy rápida. Este sistema permite enlazar torres que están a varios kilómetros de distancia sin necesidad de cables físicos, pero con una calidad muy superior a los radioenlaces tradicionales, que suelen verse afectados por lluvia, viento o pequeñas vibraciones.
La tormentas ahora son un menor problema
Normalmente, las antenas móviles se conectan a la red mediante fibra óptica, parecido al Internet fijo de tu casa. Es lo ideal porque ofrece la mayor capacidad y la máxima estabilidad. Sin embargo, hay zonas en las que desplegar fibra resulta demasiado difícil o directamente imposible: carreteras de montaña, pueblos aislados, entornos rurales o ubicaciones donde la obra no compensa. En esos casos, las operadoras tiran de enlaces inalámbricos, que son más fáciles de instalar pero también más sensibles al mal tiempo.
Por ello, MásOrange sustituirá esos enlaces antiguos por otros más avanzados que mantienen la conexión estable incluso cuando sopla viento fuerte o llueve intensamente. En las pruebas realizadas, la operadora consiguió multiplicar por tres la capacidad que tenía en esos puntos, logrando hasta 952 Mbps, además de eliminar las típicas pérdidas de datos que aparecían en días de tormenta.
Para el usuario final, esto significa que la cobertura será más fiable. En lugares donde antes la señal podía debilitarse, especialmente cuando empeoraban las condiciones meteorológicas, ahora debería mantenerse estable. Esto ayudará tanto en llamadas como en la navegación móvil, ya que las antenas estarán mejor comunicadas entre sí y podrán gestionar el tráfico con más soltura.
Además, al utilizar esta tecnología en zonas complicadas, la compañía puede reservar otras frecuencias más habituales para enlaces de mayor distancia o mayor carga, lo que mejora la organización de la red en general.