Computación

Microsoft puede convertirse en la reina de la IA, y es por un bien escaso que el resto no tienen (salvo Google)

Microsoft pone en marcha una colosal fábrica de inteligencia artificial al servicio de OpenAI, una infraestructura de supercomputación diseñada para dar vida a los modelos que definirán el futuro

Imagen del cluster anunciado por Microsoft extraída del vídeo de Satya Nadella
Imagen del cluster anunciado por Microsoft extraída del vídeo de Satya NadellaSatya Nadella vía 'X'

La inteligencia artificial del mañana, con modelos cuya complejidad se medirá en cientos de billones de parámetros, va a exigir una capacidad de procesamiento que hoy roza la ciencia ficción. Es un desafío importante y en Microsoft han decidido mover ficha para estar preparados.

La compañía estadounidense no quiere quedarse atrás y su estrategia pasa por construir la infraestructura necesaria para entrenar y operar estos complejos sistemas, asegurándose una posición de liderazgo en la nueva era tecnológica en el que las alianzas entre grandes compañías como NVIDIA y OpenAI copan protagonismo.

Para ello, la tecnológica ha puesto en marcha su primera gran "fábrica de inteligencia artificial", anunciada por Satya Nadella, CEO de Microsoft, a través de un vídeo publicado en 'X'. Se trata de un coloso informático diseñado específicamente para sostener las monumentales cargas de trabajo de su principal socio, OpenAI, la firma detrás de herramientas tan conocidas como ChatGPT.

Una alianza estratégica en la carrera tecnológica

Cada uno de estos sistemas es en sí mismo un centro de datos en miniatura, con más de 4.600 ordenadores equipados con los potentísimos chips Blackwell Ultra de NVIDIA conectados mediante Infiniband, tecnología propia desarrollada también por la firma que lidera Jensen Huang.

De hecho, este primer sistema es solo la punta del iceberg de un plan mucho más ambicioso. La iniciativa de Microsoft contempla un despliegue global de cientos de miles de estas unidades de procesamiento gráfico, tal como destacaba el propio Satya Nadella en el escrito que acompañaba al vídeo de la publicación:

"El primero de muchos, a medida que escalamos a cientos de miles de GB300 en nuestros centros de distribución y repensamos cada capa de la pila en silicio, sistemas y software para soportar cargas de trabajo de IA de próxima generación"

Satya Nadella, CEO de Microsoft, vía 'X'

Y el principal beneficiario de este músculo computacional no es otro que OpenAI, el socio estratégico de Microsoft. La decisión del gigante de Redmond parece consolidar su papel como el principal proveedor de infraestructura para una de las empresas más punteras en el desarrollo de la IA.

Por otro lado, este movimiento de Microsoft cobra todavía más relevancia si se pone en contexto con los planes de su propio socio. OpenAI anunció hace poco su intención de llevar a cabo un compromiso de inversión descomunal, que según distintas fuentes podría rondar el billón de dólares, para la construcción de sus propios centros de datos. La apuesta de Microsoft parece, por tanto, un paso clave para afianzar esta relación crucial.

En cualquier caso, la multinacional no parte de cero en esta empresa. Todo este nuevo entramado se construirá sobre una base ya muy sólida: una red de más de 300 centros de datos que la compañía ya tiene operativos y repartidos por 34 países. Es sobre estos cimientos sobre los que ahora se erigen las nuevas fábricas de inteligencia artificial, piezas clave en la estrategia de la compañía para el futuro.