Muchos usuarios activan el modo avión justo antes de despegar en un vuelo, pero lo que pocos conocen es que este simple ajuste, presente en todos los móviles desde hace años, ofrece utilidades mucho más potentes de lo que parece.

Activarlo resulta tan sencillo como deslizar desde la parte superior del teléfono para abrir el menú de ajustes y pulsar el icono del avión. Al instante, el móvil corta toda conexión inalámbrica: red móvil, datos, Wi-Fi y Bluetooth. Lo que se busca es evitar interferencias con los sistemas de navegación y comunicación del avión, sí, pero ese “apagón” de señales puede emplearse a nuestro favor en muchas situaciones ajenas a un vuelo.

Leer mensajes sin dejar rastro

El primer “poder secreto” del modo avión es que permite leer mensajes de ciertas apps sin que se marquen como leído. Al recibir una notificación, puedes activar el modo avión, abrir la app y leer el contenido. Después, si cierras por completo la aplicación y desactivas el modo, el remitente nunca sabrá que viste su mensaje. Útil si quieres tomarte tu tiempo antes de responder.

Ahorrar batería y dormir sin interrupciones

Cuando te encuentras en zonas sin cobertura, el móvil gasta mucha energía intentando reconectarse a una red. En esos casos, activar el modo avión evita ese gasto innecesario de batería. Lo mismo sucede en situaciones donde no necesitas estar conectado, como una reunión, en el cine o durmiendo la siesta. Es una buena forma útil de ahorrar batería sin tener que recurrir a los clásicos trucos.

De hecho, activarlo por la noche es útil. Permite que el smartphone funcione como despertador sin que entren llamadas, mensajes ni notificaciones. Resulta una forma efectiva de descansar sin tener que apagar el dispositivo y mientras consume poca batería.

Reconectarse a Internet rápidamente

La última de las funciones menos conocidas del modo avión es que sirve como “reseteo rápido” de la señal del dispositivo. Si pierdes cobertura o los datos van lentos, activarlo unos segundos y luego desactivarlo ayuda a que el móvil se reconecte a la red más óptima disponible. Es una especie de “golpecito técnico” que muchas veces evita reiniciar el dispositivo por completo.

También sirve para reconectar Wi-Fi de forma más eficiente. En ocasiones los móviles se quedan enganchados a una red débil, por lo que activar y desactivar el modo avión fuerza al sistema a buscar una señal más fuerte y funcional.