
Bienestar
¿Para qué sirve el modo noche en las pantallas? Poca gente sabe que protege algo más que tus ojos
La conexión de los ojos y el cerebro va más allá de interpretar lo que vemos, afectando a un aspecto fundamental de los procesos físicos como es el sueño

De un tiempo a esta parte se le ha comenzado a dar más relevancia a la salud ocular y es algo de suma importancia. En un momento en el que cada vez se pasa más tiempo delante de pantallastal como indican los estudios más recientes, ya sea de televisión, de monitores de ordenador o móviles, cuidar la vista y todo lo asociado con ella es más necesario.
Para ello, los teléfonos móviles, tabletas y ordenadores implementan desde hace años una función destinada a mitigar esa fatiga visual. Hablamos del modo noche, que dependiendo del fabricante puede tener otras denominaciones como “modo oscuro”, “filtro de luz azul” o “night shift”. Con él, se pretende mejorar la comodidad de lectura en entornos con poca luz para ayudar a nuestra vista, pero también a nuestro cerebro, y esto es algo que no todo el mundo sabe.
Cuidar los ojos y el sueño con el modo noche
Al activar el modo noche lo que sucede es que la pantalla de nuestro dispositivo varía sus colores y los adapta a una temperatura de color más cálida y de menor intensidad. Los fondos pasan a tonos oscuros y los textos a colores claros para reducir el contraste de la luz desprendida por la pantalla y nuestro alrededor, evitando así deslumbramientos y con ello tensión ocular.
Pero no solo eso, sino que con esa adaptación que se consigue de la luz emanada de la pantalla con el modo noche activado, estamos ofreciendo también una información valiosa al cerebro. Los ritmos circadianos, esos ciclos biológicos que regulan los procesos físicos y mentales como el sueño, dependen de la luz y la oscuridad y por tanto la luminosidad de las pantallas puede inducir a nuestro cerebro a error a la hora de interpretar qué momento del día es.
El hecho de configurar la pantalla de nuestro móvil o tableta hacia unas condiciones externas de menor brillo y más cercanas a la penumbra trasladan al cerebro la información de que el día está finalizando y por tanto es hora de dormir y reponer capacidades y energía, por lo que el sueño se ve ampliamente beneficiado de configurar y hacer uso del modo noche.
La luz azul, principal causante de las alteraciones del sueño
Todo ello porque la luz azul que emiten las pantallas, con su mayor brillo, puede hacer creer a nuestro cerebro que aún no ha llegado la noche e influir con ello a la producción de melatonina, la hormona responsable del sueño. Es decir, al mirar una pantalla en las mismas condiciones que lo haríamos durante el día, enviamos el mensaje al cerebro de que estamos en plena actividad y por tanto se comporta como si así fuera, de ahí la importancia y el peso de configurar el modo noche también para una adecuada rutina del sueño.
Por tanto, con el modo noche estamos ante una configuración que permiten nuestros dispositivos electrónicos con un doble beneficio: por una parte, mitigar la fatiga visual que se produce al pasar varias horas delante de las pantallas al día. Por el otro, al configurar un aspecto visual hacia la última hora del día en el que se reduce la luminosidad nuestro cerebro sabrá que es hora de descansar y que ya no toca trabajar delante de esas pantallas en las que invertimos buena parte del día.
La salud ocular, la fatiga visual y las condiciones del sueño se ven ampliamente mejoradas con una práctica sencilla y efectiva como la de configurar el modo noche en nuestros dispositivos. Basta con escoger una hora de inicio para que el contraste de la pantalla varíe y se adapte de forma automática a lo que requieren nuestras retinas y nuestro cerebro para que los ojos y el sueño se vean beneficiados desde el primer momento.
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