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La IA redefine el turismo: del diseño de rutas a la gestión de experiencias

Empresas y plataformas integran asistentes inteligentes que personalizan cada etapa del viaje en tiempo real

Asistentes virtuales, datos personales y decisiones automatizadas: así reprograma la IA nuestra forma de viajar EUROPAPRESS

La inteligencia artificial ha dejado de ser una promesa futurista para convertirse en el engranaje silencioso que mueve nuestro mundo.

Y es que hoy en día, ningún rincón de nuestra sociedad se libra de su influencia: así es que esta nueva tecnología esta presente desde quedar con amigos hasta planificar viajes.

Y es que en el turismo ya no se limita a recomendar hoteles o traducir menús. Ahora la inteligencia artificial nos ayuda a diseñar rutas, anticipar necesidades y gestionar incidencias.

El viaje ya no lo decides solo

Según el informe Travel Trends 2025 de Amadeus, el 63 % de los viajeros espera experiencias adaptadas a sus preferencias, y más del 70 % se siente más predispuesto a reservar si recibe recomendaciones personalizadas en tiempo real.

En este contexto, la IA se ha mostrado imbatible. Esta tecnología, cada vez más presente en nuestras vidas, es capaz de conectar todos los momentos del viaje.

Y los gigantes tecnológicos lo saben. Empresas como Septeo, Tokiota o Microsoft ya integran soluciones basadas en IA generativa.

También surgen plataformas como IDETA, que permiten desplegar asistentes virtuales capaces no solo de responder preguntas, sino de planificar actividades, gestionar reservas y adaptar sugerencias.

Pero como nada en este mundo es gratis, esta hiperpersonalización tampoco lo es. Y se nos cobra en datos, ya que la IA los necesita para poder funcionar.

Y pese a que la nueva Ley Europea de Inteligencia Artificial y el Reglamento General de Protección de Datos han elevado el nivel de exigencia, obligando a las compañías a reforzar protocolos de seguridad y transparencia…

Ante este panorama, ¿qué nos queda? El reto no es solo técnico, sino también ético. ¿Dónde está el límite entre ayudar y condicionar?

La libertad también se programa

Es cierto que la IA permite optimizar recursos, mejorar la atención y aumentar las ventas. Pero también redefine el papel del viajero.

En paralelo, la automatización de procesos internos —desde el mantenimiento hasta la gestión de personal, está transformando la operativa de hoteles, aerolíneas y agencias.

Como en tantos otros ámbitos, la eficiencia manda. Pero también crece la dependencia de sistemas que, aunque invisibles, toman decisiones clave.

El turismo del futuro ya está aquí: más ágil, más cómodo, más rentable. Pero también más vigilado, más dirigido y menos espontáneo.

Y está claro que la experiencia mejora: se nos ahorra tiempo, se nos ofrecen opciones personalizadas… pero todos estos lujos no deberían hacernos olvidar que, detrás de esta tecnología, hay empresas que aspiran a dominarlo todo.