Spotify
Usar Spotify gratis ahora es mejor
La plataforma de streaming libera para todos sus usuarios la funcionalidad más destacada de la versión de pago
Spotify ha roto la barrera que más frustración generaba entre quienes usaban su versión gratuita. A partir de ahora no será necesario resignarse al modo aleatorio: cualquier usuario podrá elegir y reproducir la canción que quiera sin tener que pagar la suscripción Premium. Se trata de un cambio simple, pero que revoluciona la experiencia de escucha.
De este modo, el motivo más grande para pasar de la versión Free (gratuita) a la Premium (de pago) se desvanece. Eso sí, este cambio no es altruista, Spotify también gana con ello. Además, los usuarios Premium mantienen otras ventajas exclusivas, ya que la plataforma de streaming no puede permitirse que esta mejora Free incentive a los Premium a dejar de pagar su suscripción.
Por qué Spotify elimina la restricción
Hasta ahora, los usuarios gratuitos estaban obligados a escuchar música en modo aleatorio, con la posibilidad de saltar unas pocas canciones al día. Si querías reproducir un tema concreto, la única opción era pasar por la suscripción Premium. Esa limitación convirtió durante años a la versión gratuita en una experiencia frustrante, muy distinta de la que tenían los clientes de pago.
No obstante, el movimiento no es altruista. Detrás de esta decisión hay una estrategia clara: aumentar los ingresos publicitarios. Actualmente la publicidad representa en torno al 11 % de lo que gana Spotify, muy por debajo de lo que aporta la suscripción Premium. Con este cambio, la compañía espera que los usuarios gratuitos pasen más tiempo en la app, lo que equivale a más anuncios reproducidos y, por tanto, más dinero.
Los datos explican por qué esta jugada tiene sentido. De los 696 millones de usuarios activos que tiene Spotify en todo el mundo, 433 millones utilizan la versión gratuita. Son mayoría, pero su aportación económica era limitada. Si ahora pueden escuchar lo que quieran sin frustraciones, el tiempo de uso aumentará y la empresa podrá acercarse a su objetivo de que la publicidad suponga hasta un 20 % de sus ingresos.
Por supuesto, no todo se ha liberado. El audio sin pérdidas, las listas generadas por inteligencia artificial y la escucha sin interrupciones publicitarias seguirán siendo exclusivas de quienes paguen. Spotify necesita mantener motivos de peso para que la suscripción Premium continúe siendo atractiva. Aun así, la mejora en la versión gratuita elimina un obstáculo histórico y marca un antes y un después para quienes siempre usaron la app de forma limitada.
El impacto se nota especialmente en la experiencia cotidiana. Ya no hará falta pulsar “siguiente” varias veces para esquivar canciones que no interesan, ni depender de que la lista aleatoria acierte con el ánimo del momento. Bastará con buscar un tema concreto y darle a reproducir. En un contexto en el que la competencia es feroz, desde YouTube Music hasta Apple Music, este paso puede ser decisivo para que Spotify retenga a su enorme base de oyentes.