Cómo la innovación en tecnología de videojuegos amplía la frontera hacia el usuario común

Curioso e interesante es ver, desde una perspectiva externa, como la tecnología va adoptando y abrazando mercados que, a priori, no parecían ser los definidos por sus creadores originales. Si echamos la vista atrás vemos como Internet hace veinte años era un espacio dedicado casi en exclusiva a los más curiosos de la casa; más adelante comprobamos cómo la fotografía profesional estaba al alcance de cualquiera con un mínimo de interés gracias a los “smartphones”; y ahora parece que los nuevos aprendizajes no son tanto por lectura como por visionado, siendo las plataformas de vídeo en “streaming” auténticas universidades de conocimiento al alcance de cualquiera.

En esta amplitud del paradigma tecnológico, donde algo se crea y va mutando hasta convertirse en algo más grande, encontramos una compañía muy vinculada al mundo del denominado “gaming”, esa sección enfocada y dedicada a los jugadores profesionales de la industria del videojuego. Hablamos de Razer, cuya innovadora tecnología hace las delicias de los usuarios más perfeccionistas, y que, casi sin quererlo ni beberlo, comprobamos como dichos avances encajan a la perfección ya no sólo con el mundo del entretenimiento digital, sino también -y a veces, sobre todo- en la esfera generalista y profesional.

Tecnología útil fuera de los videojuegos

Como empresa, han conseguido calibrar al máximo la sensación de precisión en sus dispositivos, comenzando por la puerta de entrada: el binomio teclado-ratón. En este sentido, y más allá de los teclados mecánicos -cuyo rendimiento es impresionante-, la compañía apuesta por la introducción de los “switches” ópticos en la pareja. ¿Qué implica esto? Pues que pasamos de tener botones físicos a tecnología óptica con un haz de luz que al bloquearse por pulsación genera la activación a velocidad instantánea: más rápida, silenciosa y sin desgaste mecánico alguno, lo que supone un punto a favor para los amantes de la productividad y aquellos quienes pasan largas jornadas frente a la pantalla.

Una vez dentro del sistema y controlada la puerta de entrada, lo siguiente que vemos es el monitor, con la tecnología Chroma como parte del ADN visual de Razer. Este sistema permite calibrar y personalizar el nivel de iluminación RGB hasta límites insospechados: de nuevo, las largas jornadas de juego -o trabajo- pueden ser más placenteras adaptando la iluminación multicolor a nuestra sensibilidad visual. Las funcionalidades y tecnología no terminan aquí, sino que comienzan, se desarrollan y completan con dos técnicas propias muy interesantes de cara a cualquier tipo de usuario.

La ultra velocidad de dispositivos

Sin entrar en demasiados tecnicismos haremos referencia a Hyperspeed, una tecnología “wireless” de desarrollo propio para conectar varios dispositivos inalámbricos sin pérdida de sincronicidad en ningún momento. ¿Cuántas veces hemos vivido retraso entre lo que escribimos y lo que aparece en pantalla? ¿Por qué a veces el ratón se desconecta y hay que forzar el reinicio para continuar navegando?

Todo es cuestión de frecuencias de emparejamiento. A veces los canales de conexión se solapan y tardan unos milisegundos -bastante irritantes, todo sea dicho- en recuperar el control. Razer pone solución a esta problemática con HyperSpeed, que escanea todos los canales disponibles -cada milisegundo- para que no haya interferencia de ningún tipo en ningún momento.

¿Qué se consigue con esto? La latencia de clics y pulsaciones más baja del mercado en dispositivos inalámbricos, que, además, se conectan todos directamente en un mismo pincho USB. Este único “dongle” hace de puerta de entrada para todos los dispositivos, ya sean ratones, teclados o auriculares, lo que supone un avance tanto para mantener nuestro escritorio o entorno laboral libre de cables -que no de tazas de café- y la liberación de puertos USB que tanto escasean últimamente en los ordenadores actuales. Un pincho USB para conectarlos a todos.

De hecho, es probable que esta tecnología llegue a más dispositivos: “estamos investigando formas de aportarlo a nuestro nuevo “hardware””, apunta el Senior Product de la marca Malvin NG. Eso sí, “la confiabilidad y el rendimiento siempre serán una prioridad principal en nuestros productos, por lo que esta función sólo se lanzará una vez que esté completamente optimizada”, concluye.

El futuro se construye con tecnología háptica

La última revolución dentro de la tecnología, y esto lo sabrán los jugadores más exigentes con las sesiones inmersivas, son los dispositivos hápticos. Como experiencia aumentan la inmersión a través de lo sensorial, aprovechando la disposición para crear un entorno realista que trata de replicar la acción en 360º desde la posición del usuario.

Esta revolución sensorial está cada vez más presente no sólo en videojuegos, sino en otros ecosistemas, sobre todo audiovisuales. Si ya se incorporó el audio espacial en los auriculares de la firma, marcando un hito de innovación, ahora se presenta la Razer Enki Pro HyperSense, una silla conceptual que lleva toda la tecnología sensitiva a nuestro cuerpo, sea escuchando música, viendo una película, trabajando o disfrutando de esos ratos de ocio interactivo.

Resulta complicado escribir sobre algo sensorial, ya que el idioma es limitado y la experiencia varía entre individuos. Sin embargo, podemos tratar de explicarla como señales vibro-táctiles de precisión milimétrica, tanto a nivel físico como auditivo. ¿Qué significa esto? Pues precisamente que no estamos delante de una “silla que vibra”, sino más bien de un dispositivo que traduce lo que siente el protagonista -por ejemplo, de una película- en señales que nosotros podremos vivir. Y todo esto sin configuraciones complicadas ni programas adicionales. Como bien apunta Melvin NG, la tecnología “fue diseñada para tener la experiencia más fluida con cualquier contenido que tenga audio, sin depender de descargar integraciones o configuraciones adicionales”.

Por otra parte, y como la tecnología avanza más rápido que nuestra propia integración de la misma, es interesante y valioso reconocer como la marca escucha “feedback” de sus usuarios para adaptarse a las nuevas demandas y necesidades: “los comentarios de nuestra comunidad y fans siempre consideran cuál es nuestro siguiente gran paso”, concluye Melvin Ng.

Lo mejor de todo, es que estas experiencias hápticas son totalmente personalizables gracias al “software” de la marca, por lo que el grado de vibración puede ajustarse, o incluso quitarse si se desea, de acuerdo al gusto del usuario, permitiendo una libertad total de decisión y grado de experiencia.

Por lo tanto y, en resumidas cuentas, Razer, una de las compañías pioneras y más innovadoras del ecosistema Gaming, abre sus puertas para recibir no sólo a los jugadores más dedicados, sino también a otros usuarios potenciales como teletrabajadores, audiófilos y demás interesados en este universo de conexión casi-permanente con el mundo digital. Aplaudimos las grandes aportaciones tecnológicas que ha desarrollado en estos últimos años la marca, y que se trasladan también en beneficio hacia otros sectores sin dejar de cuidar, ni por un momento, a sus seguidores.