Playboy planea construir una nueva mansión en el metaverso

En marzo de 2020 llegó a los quioscos el último número de la revista Playboy tras 67 años de publicación ininterrumpida. El último clavo en el ataúd lo puso la pandemia, pero el final se veía venir desde que arrancó el declive de la prensa escrita con el auge de Internet. La icónica Mansion Playboy se vendió a un nuevo propietario en 2016, el fundador Hugh Hefner falleció en 2017 y su familia no dirigía Playboy desde 2009. Quedaba la marca, el merchandising que genera y la explotación de su legado, no mucho más.

Dos años después, la situación es otra. Playboy, valorada en 474 millones de euros, volvió a cotizar en bolsa en 2021, año en el que ha obtenido unos ingresos de 234 millones. Bajo la dirección del CEO Ben Kohn, quien ocupó la posición en 2018, la compañía ha reforzado su apuesta por el mundo digital lanzando Centerfold, una plataforma de suscripciones digitales rival de OnlyFans, ha creado y vendido con éxito colecciones de NFT, también un canal en la plataforma Discord que cuenta con la respetable cifra de 78.000 usuarios, ha contratado a un communitymanagerWeb3, la supuesta próxima iteración de una Internet teóricamente descentralizada, y planea construir una nueva mansión Playboy en el metaverso.

“Veo que la mansión regresa primero en el metaverso, porque creo que podemos llegar a una audiencia global de esta manera. Será parte de nuestro plan de membresía. Y luego puedo ver un mundo en el futuro donde también tenemos mansiones físicas” señaló Kohn al medio CNBC recientemente. Aunque Playboy ha celebrado fiestas en Decentraland, uno de los mundos virtuales más populares, aún tiene que elegir una plataforma para su mansión en el metaverso.

Centerfold, lo que Kohn define como “un Instagram sin censura”, fue lanzada el pasado mes de diciembre tras la adquisición de la plataforma de contenido Dream, que Playboy ha reconvertido en un competidor directo para OnlyFans. Centerfold se define como una plataforma y servicio de contenido para creadores en la que pueden compartir fotos, publicar vídeos, realizar streamings, mantener un contacto directo con los seguidores y construir comunidades siguiendo un modelo de suscripción digital bajo el amparo de la marca Playboy. En la plataforma, todavía en beta, se encuentran nombres populares como el de la cantante Cardi B, también director creativo en Centerfold, la drag queen Gigi Goode, la modelo Amanda Cerny, la streamer de Twitch Amouranth o la actriz porno Ana Foxxx. “Creemos que Centerfold puede revolucionar la economía de los creadores tal como la revista Playboy revolucionó el mundo editorial” ha señalado la compañía al medio Morning Brew.

El pasado mes de octubre Playboy lanzó la colección de NFT más grande que ha realizado, 11.953 conejitos llamados Rabbitars. El que mejor se ha vendido ha alcanzado un precio de algo más de 44.000 euros, mientras que la media se sitúa en los 760 euros. Otros NFT que ha lanzado la compañía corresponden a fotos de archivo de David Bowie de 1976 y la portada del número de abril de 1973 de la revista Playboy, entre otros. “Tenemos 10 millones de piezas de contenido en nuestro archivo que podemos convertir en NFT”, asegura Khon.

La mejor evidencia de cómo ha cambiado Playboy está en su página web. El protagonismo se lo lleva la venta de ropa para hombres y mujeres explotando la marca Playboy. En un plano mucho más discreto, contenido para adultos, explotación del legado de los 67 años de historia de la revista, NFT y acceso a Centerfold y otros servicios de la compañía. Los desnudos ya no son el principal producto de la marca, sino ella misma. Kohn compara la conciencia de marca que tiene el consumidor de Playboy con la de otras tan representativas como Nike o Apple. “Cuando piensas en lo que la marca representa, desde una perspectiva de marketing, de conciencia de marca, tenemos casi un 100%, nos conocen en todo el mundo”, señala el CEO de Playboy.