Drones con tasers contra los tiroteos en las escuelas

Los drones se han convertido en una estrategia muy eficaz para reducir bajas militares, también pueden contribuir a equiparar las diferencias en armamento, pero hasta ahora nunca se habían contemplado como alternativa para evitar o al menos disuadir a quienes llevan armas a las escuelas. Esa es precisamente la intención de Axon International, el mayor fabricante del mundo de armas paralizantes o tasers.

La empresa, con sede central en Estados Unidos, ha desarrollado unos Taser Drones, vehículos no tripulados y equipados con una pistola paralizante para actuar en este tipo de casos en Estados Unidos, que ya suman 27 en cinco meses, más que en todo 2018 y 2019 (24 cada año) y 2021 (10 casos), según la web Education Week.

De acuerdo con un comunicado publicado unos meses atrás por la compañía y firmado por su presidente, Rick Smith, “ahora es el momento de hacer realidad esta tecnología y de comenzar una sólida discusión pública sobre cómo introducir éticamente drones no letales en las escuelas”.

La respuesta a esta propuesta, polémica y distópica, fue otra carta publicada por el Consejo Asesor de Ética de la propia Axon, en la que reconocía que se estaba trabajando en esta tecnología hace más de un año y que la intención del consejo era que los drones formen parte de un programa piloto que “sea utilizado solo por la policía”.

Cuando Axon International continuó con la investigación, los miembros del consejo realizaron una advertencia: renunciarían a su cargo si la empresa seguía ese derrotero. Al no contar con una respuesta, nueve de los 12 miembros del consejo renunciaron a su cargo, un gesto que se hizo público mediante un comunicado anunciado por el Proyecto Policial de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York.

La respuesta de Axon fue que los drones solo podrían ser usados por las fuerzas del estado y solo en circunstancias específicas destinadas a salvar la vida de los agentes de policía. Aún así, que la compañía de armas paralizantes más grande del mundo tenga un comité de ética es una buena noticia… La mala es que parece que no lo escucha y eso es preocupante y no sabemos qué puede deparar en el futuro.