“El hombre le dijo ‘buenas noches’ a mi profesora y le disparó en la cabeza”: el desgarrador testimonio de la niña superviviente de Uvalde

La estudiante de cuarto grado Miah Cerrillo, que sobrevivió al tiroteo masivo en su escuela de Uvalde (Texas) al mancharse con la sangre de una compañera de clase, iba a testificar el miércoles ante un panel del Congreso de Estados Unidos mientras los legisladores trabajan para encontrar un proyecto de ley de seguridad de armas de fuego.

La audiencia del Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes de Estados Unidos se produce dos semanas después del terrible tiroteo perpetrado por un joven de 18 años en la escuela primaria Robb que causó la muerte de 19 alumnos y dos profesores. Salvador fue abatido por la policía después de haberse atrincherado en el interior de la escuela, donde estaban registrados un total 535 estudiantes, siendo el 90% de ellos de origen latinoamericano, según “The New York Times”. Asimismo, el diario estadounidense añadió que el 87% de los estudiantes son de familias desfavorecidas.

Cerrillo, una niña de solo once años, reclamó este miércoles “seguridad” al Congreso y describió la pesadilla de aquel día, cuando tuvo que cubrirse con la sangre de un amigo para hacerse la muerta y salvar la vida.

Se trata de uno de los tiroteos masivos ocurridos en Estados Unidos en las últimas semanas, que han causado docenas de muertos y han desencadenado una nueva ronda de conversaciones bipartidistas en el Senado de los Estados Unidos. La epidemia de la desenfrenada violencia armada ha provocado que los tiroteos masivos en Estados Unidos se hayan convertido en la primera causa de muerte entre los niños de edades comprendidas desde su nacimiento y hasta los 14 años, desbancando a los accidentes de tráfico.

Los republicanos, que apoyan firmemente el derecho a poseer y portar armas, protegido por la Segunda Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, se han opuesto a propuestas como la de limitar la venta de los rifles de asalto utilizados en la masacre de Uvalde y en otro tiroteo masivo en un supermercado de Buffalo, Nueva York, en el que murieron 10 víctimas negras.

Cerrillo mojó su mano en la sangre de un compañero de clase asesinado y se la untó a sí misma en un intento de parecer también muerta.

Está previsto que testifiquen los padres de uno de los estudiantes muertos, así como la madre de una de las víctimas de la matanza de Buffalom, supuestamente obra de un supremacista blanco declarado.

El pleno de la Cámara de Representantes tiene previsto debatir más tarde, el miércoles, un proyecto de ley que elevaría la edad mínima de 21 a 18 años para la compra de determinadas armas de fuego y endurecería las prohibiciones sobre las armas no rastreables.

Las negociaciones bipartidistas en el Senado, dirigidas por el demócrata Chris Murphy y el republicano John Cornyn, incluyen también medidas como la mejora de la seguridad en las escuelas, el refuerzo de los servicios de salud mental y más medidas para evitar que las armas estén en manos de personas que tienen prohibido poseerlas legalmente, como los delincuentes.

En lugar de presionar para que se vote rápidamente el amplio proyecto de ley de la Cámara, el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, ha optado por dar más tiempo a las negociaciones bipartidistas.

En el pasado, los demócratas han intentado aprobar una amplia legislación sobre el control de armas para frenar la ola de asesinatos en masa, que ya han superado los 200 sólo este año en Estados Unidos, y otros tipos de violencia relacionada con las armas.

Esta vez, los demócratas han indicado a los republicanos que estarían dispuestos a aceptar un primer paso mucho más estrecho con la legislación, incluso mientras el presidente Joe Biden pide una acción más dura, como la prohibición de las armas de asalto.

Poco después del tiroteo de Uvalde, la tía de Miah Cerrillo, Blanca Rivera, declaró a las noticias de la cadena de televisión ABC que la joven fue lavada por fragmentos de bala. Refiriéndose a su rápida decisión de hacerse la muerta, Rivera dijo: “No sé si le enseñaron a hacer esto.... No puedo explicar por qué se le ocurrió eso”.

Los republicanos han convocado como testigo para la audiencia del miércoles a Lucretia Hughes, del proyecto DC Women for Gun Rights. El grupo dice que “fomenta la preservación de la cultura de las armas de Estados Unidos” al tiempo que sensibiliza sobre la seguridad de las armas de fuego.