Superordenadores

Gracias a simulaciones con superordenadores tenemos más claro el origen de la Luna

Y no solo eso: los científicos afirman que habría sido cuestión de horas

La formación de la Luna habría sido inmediata según los científicos.
La formación de la Luna habría sido inmediata según los científicos.Jacob Kegerreis

La Luna se formó hace miles de millones de años y la teoría más aceptada por los científicos es la de la colisión. Una de las piezas claves en este puzzle de geología cósmica es el estudio de las rocas que los astronautas trajeron de las misiones Apolo. Pero ahora se ha sumado una nueva pieza: la tecnología. Gracias a simulaciones realizadas con ordenadores de gran potencia, nos hemos acercado más aún al origen de la Luna.

El análisis de las rocas lunares no solo permite determinar la fecha aproximada de nuestro satélite, su composición también revela su origen y se parecen mucho a las de la Tierra, esto es lo que ha hecho deducir a los científicos la teoría del choque contra otro cuerpo para el “nacimiento” de la Luna.

Una de las hipótesis más populares que explican la formación de la Luna sugiere que se formó después de que un objeto del tamaño de Marte, llamado Theia, chocara con la Tierra hace unos 4.500 millones de años. La nube de escombros resultante luego se fusionó a lo largo del tiempo formando la Luna tal como la conocemos hoy,.

Pero…¿cuánto tardó en formarse? ¿Siglos, meses, miles de años? Con la ayuda de simulaciones y supercomputadoras, un equipo de la Universidad de Durham ha dado una respuesta muy sorprendente: habría sido casi inmediato.

Para llegar a esta conclusión el equipo, liderado por Jacob Kegerreis, analizó cientos de choques entre planetas alterando sus masas y su composición para dar con la clave. El resultado es un vídeo en el que se recrea la colisión y el origen de la Luna.

Las conclusiones de los autores también sugieren que la Luna puede tener un núcleo parcialmente fundido, lo que explica su corteza inusualmente delgada y por qué su órbita está inclinada. “Esto abre toda una nueva gama de posibles puntos de partida para la evolución de la Luna – explica Kegerreis en un comunicado – . Entramos en este proyecto sin saber exactamente cuáles serían los resultados de estas simulaciones de muy alta resolución. Cuanto más aprendemos sobre cómo se formó la Luna, más descubrimos sobre la evolución de nuestra propio planeta”.