Educación

Alertan del efecto de la nuevas tecnologías en la comprensión lectora

El filósofo José Antonio Marina cree que muchos adultos y jóvenes empiezan a pensar «que leer un libro o un periódico enteros es una pérdida de tiempo»

El filósofo José Antonio Marina ha sostenido este domingo que las nuevas tecnologías están «dificultando la comprensión lectora de textos largos», con una población joven y adulta que se está acostumbrando a los mensajes muy breves y que empieza a pensar que leer un libro es una «pérdida de tiempo».

El también profesor y pedagogo ha pasado por una de las «conversaciones» al hilo de la Feria del Libro de Valladolid, en la que, según la organización, ha recordado que la «directísima relación entre educación y el libro» no se está produciendo en estos momentos.

El filósofo ha achacado este problema a las nuevas tecnologías, que «están dificultando la compresión lectora de textos largos» y ha sostenido que, no solo los jóvenes, sino también los adultos, «se están acostumbrando a mensajes muy breves y muy contundentes», y empiezan a pensar «que leer un libro o un periódico enteros es una pérdida de tiempo».

El pedagogo ha sostenido que hay que «formar a chicos capaces de estar aprendiendo siempre, porque es lo que les toca», ya que en el mundo actual se ha puesto de manifiesto que «la sociedad que no aprenda se va a quedar marginada».

«Las personas, instituciones y sociedades, para sobrevivir, necesitan aprender a la misma velocidad a la que cambia el entorno», ha añadido, ha explicado la organización de la Feria en un comunicado.

El autor de «Despertar al diplodocus» ha afirmado que no se trata de un asunto sólo español, ya que, a su juicio «el mundo entero está en emergencia educativa».

Entre 2008 y 2014 ha habido 450 reformas educativas en el mundo, ha recordado el también pedagogo, que ha abogado por un pacto educativo que «que sintetice todos los intereses legítimos» y que elimine la «inestabilidad» y el «lío mental» que sufren los estudiantes.

Con todo, Marina ha sostenido que el sistema educativo español tiene «una calidad media» en las clasificaciones internacionales, y el problema es que «no mejoramos, que estamos estancados».

Se ha mostrado convencido de la posibilidad de alcanzar «un sistema educativo de alto rendimiento en cinco años», para lo que a su juicio es «necesario consignar a educación un 5% del PIB», porcentaje que ya se había superado en 2008.