Tecnología militar
Cómo el bombardero B-52 se convertirá en el primer avión de combate en servicio durante 100 años
Boeing está reconvirtiendo 76 B-52H de los años 60 en los futuros B-52J que estarán operativos hasta la década de 2050
Con 7 décadas de servicio a sus espaldas, el bombardero B-52 es el avión de combate más antiguo del Ejército de EE. UU. Se podría pensar que hace ya tiempo que debería haber abandonado el servicio activo y ser sustituido por nuevos bombarderos, pero la combinación de sus características —alcance, capacidad de carga, versatilidad para portar armamento nuclear, estructura puesta a prueba infinidad de veces y capacidad de modernización— ha hecho que para Estados Unidos sea más práctico y económico mantenerlo y actualizarlo que desarrollar un bombardero no furtivo desde cero. Y en ese proceso está inmerso Boeing, su fabricante, aunque con dificultades. Según informa 19FortyFive, la renovación que lo convertirá en el B-52J ha pospuesto su disponibilidad operativa para 2033, mientras que el primer vuelo está previsto para 2028.
Esta actualización, que se aplicará a las 76 unidades restantes del modelo B-52H -fabricadas originalmente entre 1961 y 1962-, tiene como objetivo mantener operativo el bombardero hasta la década de 2050, lo que lo convertiría en el primer avión de combate con un siglo completo de servicio.
Según la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO, por sus siglas en inglés), los retrasos en la actualización a B-52J se deben a la subestimación de las necesidades de financiación del programa, dificultades con la integración de nuevas tecnologías y problemas con algunos materiales. Otros aspectos del B-52J, como la modernización de sus motores, progresan según lo previsto.
Los nuevos motores de Rolls-Royce
El eje central de esta modernización es la sustitución de los motores Pratt & Whitney TF33 -en uso desde principios de los años 60- por motores turbofán Rolls-Royce F130, derivados del motor comercial BR725, y de los que la compañía tiene previsto fabricar más de 600 en su planta de Indianápolis.
Los nuevos motores prometen una mejora de hasta un 30 % en eficiencia de combustible y ampliar significativamente el alcance sin reabastecimiento, actualmente en 14.000 kilómetros. A pesar de la modernización, el avión conservará sus cuatro góndolas de dos motores, sumando ocho en total, una configuración poco común hoy en día que respalda su enorme capacidad de carga.
Nuevos sistemas en el B-52J
Además del cambio de motores, Boeing está integrando un conjunto de nuevos sistemas en el B-52H: nuevos pilones de motor, cableado interno completo, aviónica modernizada, arquitectura digital, navegación por satélite y herramientas de comunicación modernas como Link 16.
La cabina incorporará pantallas digitales y mejores interfaces para la tripulación. También se instalará el radar AESA Raytheon AN/APG-79, el mismo que equipa el F/A-18E/F Super Hornet de la Marina estadounidense. Este radar mejorará las capacidades de detección, mapeo terrestre y guerra electrónica. Esta última se reforzará con la integración del pod o cápsula de interferencias AN/ALQ-249(V)1 que proporciona defensa activa y pasiva frente a amenazas de radar y misiles.
No es adecuado para penetrar defensas modernas, pero sí para ataques a distancia
El B-52J no es furtivo y tiene una gran firma de radar, lo que lo hace inadecuado para penetrar defensas aéreas modernas. Sin embargo, está optimizado para ataques a distancia con armas de largo alcance.
Su fortaleza se basa en las contramedidas electrónicas, velocidad, altitud y capacidad para lanzar armamento desde fuera del alcance enemigo. Puede superar los 15.000 metros de altitud y continuará volando a velocidades subsónicas, como las versiones anteriores. No está pensado para incursiones en solitario, sino como plataforma lanzadora de misiles de crucero e hipersónicos desde la retaguardia.
El bombardero con mayor capacidad de armamento de EE. UU.
Con una capacidad de carga de hasta 31.750 kg, el B-52 puede transportar más y mayor variedad de armamento que cualquier otro bombardero estadounidense. Esto incluye municiones convencionales como JDAM, misiles de crucero AGM-86 y armas antibuque, además de armamento nuclear como el AGM-129 y bombas gravitatorias. Ya ha sido modificado con el sistema IWBU (1760 Internal Weapons Bay Upgrade), que le permite portar armas inteligentes internamente. También se está adaptando para portar armas hipersónicas, centrándose ahora en el misil HACM (Hypersonic Attack Cruise Missile), previsto para entrar en servicio en el año fiscal 2027, detalla Breaking Defense. Se están desarrollando pilones especiales para permitir múltiples misiles hipersónicos por misión. El bombardero también podría lanzar aeronaves no tripuladas (CCAs), ampliando sus capacidades para el futuro.
El programa tiene un coste estimado de 2.560 millones de dólares, una cifra que ha sido criticada por quienes consideran que estos fondos deberían destinarse a otras plataformas de nueva generación.
La Fuerza Aérea prevé retirar antes de lo previsto tanto el B-1B Lancer como el B-2 Spirit, por sus altos costes y limitada disponibilidad, y dejará al B-52J y al B-21 como núcleo de la flota futura. Si llega a volar hasta 2055, el B-52 alcanzará los 100 años en servicio activo, un hito sin precedentes en la aviación militar.