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Elon Musk, sobre su consumo de la droga ketamina: ‘Si tomas demasiada, no puedes trabajar’

El magnate reconoció hace un año que la consume cuando tiene ‘un estado químico negativo en el cerebro’

Elon Musk attends a cabinet meeting at the White House in Washington, Monday, March 24, 2025. (Pool via AP)
Trump CabinetASSOCIATED PRESSAgencia AP

La imagen pública de Elon Musk comenzó a vincularse al consumo de drogas tras una escena que protagonizó en 2018, durante una entrevista en el podcast de Joe Rogan. Las fotos en las que aparecía fumando un porro de marihuana ofrecido por el presentador se convirtieron en carne de meme, pero entonces Musk aún no había comprado Twitter, tenía buena prensa y la cosa no fue más allá. Posteriormente, en su biografía de 2023 escrita por Walter Isaacson, quien tuvo acceso al magnate durante dos años, se habló de su consumo de ketamina para lidiar con el estrés y periodos de ánimo negativo.

Hace un año, en una entrevista con Don Lemon de la CNN, Musk explicó que la tomaba bajo prescripción médica. ‘Hay momentos en que tengo un estado químico negativo en el cerebro, como depresión, supongo, y la ketamina me ayuda a salir de ese estado mental negativo. Si alguien tiene depresión, debería considerar hablar con su médico sobre la ketamina para ver si es adecuado’, dijo Musk.

Señaló que tomaba ‘una pequeña cantidad cada dos semanas o algo así’, aunque también que ‘hay varias semanas en que no la uso’. A la pregunta de si abusaba de ella, contestó que ‘no lo creo. Si consumes demasiada ketamina, no puedes trabajar. Tengo mucho trabajo. Trabajo unas 16 horas al día, lo que es normal para mí. Realmente no tengo una situación en que pueda no estar mentalmente lúcido durante un período prolongado’.

Sin embargo, y de acuerdo con el Wall Street Journal, Musk también consume esta droga de forma recreativa. El CEO de SpaceX y Tesla negó las acusaciones de abuso y afirmó que había pasado tres años de pruebas de drogas aleatorias solicitadas por la NASA sin que se encontraran rastros de sustancias.

The New Yorker, en 2023, publicó que algunos 'asociados' de Musk estaban preocupados porque la ketamina, ‘junto con su aislamiento y su cada vez más conflictiva relación con la prensa, podría contribuir a su tendencia a realizar declaraciones y decisiones caóticas e impulsivas’. Musk respondió en X al artículo firmado por Ronan Farrow en The New Yorker, afirmando que es ‘trágico que Ronan Farrow sea un títere del establishment y esté en contra del pueblo’. Esa preocupación, dado el papel que Musk ocupa en el gobierno de Trump, ya no exclusiva de sus asociados, sino que se extiende entre la opinión pública.

De anestésico a droga recreativa y tratamiento contra la depresión

El uso de la ketamina como antidepresivo no es nuevo, aunque no existe una amplia literatura sobre sus efectos a largo plazo, dado que se comenzó a emplear con este fin en el presente siglo.

La ketamina está clasificada como una droga disociativa porque las personas bajo su influencia pueden sentirse separadas de su cuerpo, de sus emociones o del transcurso del tiempo. El uso recreativo frecuente e intenso —por ejemplo, varias veces por semana— se ha vinculado con efectos cognitivos que permanecen más allá del efecto inmediato, incluyendo deterioro de la memoria, pensamientos delirantes, creencias supersticiosas y un sentido exagerado de importancia personal.

Fue sintetizada en 1961 y aprobada para su uso como anestésico en 1970, dado que permitía perder la consciencia sin alterar la respiración. A partir de los años 90, tuvo éxito como droga en la escena rave, bajo el nombre de Special K. Según la DEA, la agencia de Administración de Control de Drogas de EE. UU., ‘hace que el usuario se sienta desconectado de su dolor y su entorno’ y cuando se usa en contextos recreativos abundan los efectos alucinógenos y una sensación de desconexión de la realidad.

Su uso terapéutico llegó en los 2000, cuando investigadores descubrieron que, en determinadas dosis, podía ayudar a reducir rápidamente los síntomas de la depresión. En 2019, la Administración Federal de Drogas aprobó la comercialización de esketamina, una forma de ketamina que se vende bajo la marca Spravato y cuya administración debe seguir unas reglas estrictas: en entornos médicos certificados, por profesionales sanitarios y con dosis limitadas según el tiempo de tratamiento.

Sin embargo, esto no se aplica a la ketamina aprobada como anestésico, que puede administrarse con mayor facilidad. Tras la salida de Spravato, también aumentaron las recetas de ketamina, así como su uso recreativo.

Según The Atlantic, fuera del ámbito clínico, la ketamina es popular entre las élites tecnológicas de Silicon Valley y se emplea en algunos retiros de bienestar, incluyendo aquellos enfocados al desarrollo de liderazgo, construcción de equipos corporativos o terapia de pareja.

Los efectos, según un estudio de 120 consumidores durante un año

En 2010, Celia Morgan, actualmente profesora de psicofarmacología en la Universidad de Exeter (Inglaterra), dirigió un estudio de un año con 120 usuarios recreativos de ketamina. Los resultados revelaron que quienes consumían la sustancia con poca frecuencia (unas tres veces al mes) presentaban mayores niveles de pensamiento delirante comparados con antiguos consumidores, usuarios de otras sustancias o personas que no consumían drogas.

Morgan y su equipo concluyeron que el perfil psicológico del consumidor frecuente de ketamina se caracterizaba por un deterioro 'profundo' de la memoria tanto a corto como a largo plazo, y ‘claramente disociado en su existencia cotidiana’.

El consumo de ketamina también puede provocar daños en la vejiga, calambres estomacales y adicción o dificultad para abandonar la sustancia.

¿Tiene depresión Elon Musk?

Musk no ha vuelto a comentar su uso de ketamina desde la entrevista de CNN, por lo que se desconoce si continúa con su consumo o en qué grado. A la pregunta de Don Lemon sobre si sufre depresión, respondió que ‘no diría que tengo un caso de depresión prolongada. De vez en cuando entro en un estado mental químico negativo. No es algo habitual, pero de vez en cuando ocurre’.