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El gadget del sábado: LG Gram Pro, un portátil con peso propio

A la hora de comprar un portátil, todos tenemos factores que inclinan la balanza y este dispositivo tiene muchos, aunque quizás no todos.

LG Gram Pro
Un portátil con ADN viajeroJ.S.J.S.

A la hora de evaluar un portátil, una de las preguntas clave (si no la más) es la durabilidad, es decir, cuánto tiempo podremos usarlo. La vida de la batería, su capacidad de procesamiento, memoria… determinará cuánto tiempo nos será útil. El estándar señala que un portátil nos dura entre tres y cinco años. Y aquí viene la segunda pregunta: si se trata de una herramienta de trabajo, la inversión podríamos dividirla por estas cifras.

Dicho esto, presentamos al LG Gram Pro, un portátil que, por sus características fácilmente llegaría a los cinco años de uso y cuyo precio ronda los 2.2oo euros, unos 450 por año de inversión. Los motivos por los que llegaría a los 5 años de uso son muchos y vamos uno a uno. El primero está inscrito en el ADN de la familia Gram y hasta en su etimología: el peso. Con menos de 1,3 kg y 13 mm de grosor, el LG Gram Pro es de los más ligeros del mercado si tenemos en cuenta la potencia interior. Casi se lleva solo. A eso hay que sumarle que, con su compra, viene incluida de regalo la pantalla externa Gram + View (también de 16 pulgadas) que se conecta al ordenador (a cualquiera) con un cable USB y pesa apenas 670 gramos. Eso convierte al portátil en una estación de trabajo doble que pesa menos de dos kilos y es muy fácil de llevar y traer.

Para conseguir este exiguo peso la clave está en reducir todo a lo esencial: marcos mínimos, bisagra ligera y resistente y un cuerpo de magnesio y nanocarbono que no solo reduce peso, también aporta durabilidad y resistencia, ya que ha superado 7 pruebas del estándar militar STD.MIL-810 que tienen que ver con la resistencia a las caídas y a la corrosión, sumando años de uso.

Y hablando de pantalla: OLED, tasa de refresco de 120 Hz, excelente resolución y tratamiento antirreflejos, todo ello positivo. En el platillo opuesto tenemos la ausencia de capacidad táctil, tanto en el portátil como en la pantalla anexa. Y en el equilibrio están los 400 nits de brillo: lo justo para esta gama, teniendo en cuenta que hay otros portátiles con más brillo y un número similar con menos. Tanto el cuerpo como la pantalla muestran una limpieza poco habitual en los portátiles gracias a un acabado mate gris oscuro que “disfraza” huellas y marcas.

El LG Gram Pro modelo 16Z90SP-A, cuenta con una cantidad de puertos más que adecuada: cuatro USB (dos USB-C y dos USB-A), una salida HDMI 2.1 y uno de 3.5mm. Obviamente, también dispone de conectividad Bluetooth.

También hay que destacar los sensores infrarrojos que permiten la identificación biométrica (funcionan muy bien) y el sonido, tanto de salida como los micrófonos. En este último apartado la cámara funciona de forma adecuada y contamos con una tecla para desconectarla, lo cual facilita mucho las tareas y persigue un poco cuidar la privacidad.

En lo que a cerebro respecta, tenemos el Intel Core Ultra 7 y una tarjeta gráfica dedicada como la RTX 3050, una memoria RAM de 32 GB y un almacenamiento de 512 GB. ¿Qué quiere decir esto? Que tendremos portátil, como mínimo, para cuatro años, aun cuando nos dediquemos a tareas tan demandantes como la edición de vídeos. Una prueba de esto es la batería: supuestamente alcanza las 22 horas, pero en condiciones de exigencia mínima. Cuando le buscamos las cosquillas, la vida baja a unas 7/8 horas. Para cargarlo por completo (sistema de carga incluido) se necesitan dos horas aprox. Pero media hora de carga ya nos da para dos horas de exigencia. En estos casos la temperatura se eleva y se percibe, aunque no se nota tanto ni llega a incomodar. Parte de ello gracias a los dos ventiladores que cumplen sobradamente su función… quizás con un poco de ruido, eso sí.

¿Juegos? Sí, responde muy bien, sobre todo cuando usamos la pantalla LG View+, es una gozada, pero no es un equipo específico con perfil gamer. El teclado es muy bueno y, al igual que ocurre con las cámaras analógicas, mantiene el sonido distintivo de LG que es una seña de identidad. La retroiluminación funciona de forma más que adecuada. A destacar la comodidad del touchpad, no solo por su tamaño, también por su respuesta. A menudo, si estamos trabajando, podemos humedecer nuestros dedos, ya sea con una bebida o una fruta… En muchos portátiles esto casi inhabilita el touchpad, pero en este modelo no hay que tener tanto cuidado a la hora de evitar la “humedad digital”: sigue respondiendo como debe ser.

Veredicto:

Su precio es alto, es cierto. Dicho esto, si le vamos a sacar partido y necesitamos un portátil resistente pero ligero, potente pero con buena batería y que nos dure más de un año, es la mejor elección en este momento.