Informática
Geekom A6: un ordenador pequeño, pero que piensa en grande
Este miniPC combina potencia, silencio y diseño. Un equipo pensado para quienes buscan rendimiento sin ocupar más espacio del necesario.

Durante años, los ordenadores de sobremesa parecían condenados a desaparecer. Los portátiles ganaron terreno y los móviles absorbieron muchas de sus funciones. Pero la informática de escritorio no ha muerto: simplemente se ha reducido. El Geekom A6 es un buen ejemplo de esa metamorfosis. Un ordenador que, en lugar de dominar el escritorio, se esconde detrás del monitor. Compacto, silencioso y sorprendentemente capaz.
En el interior de su carcasa de apenas 11 centímetros de lado y 4 de alto late un procesador AMD Ryzen 7 6800H, con ocho núcleos, acompañado de una gráfica Radeon 680M. En la práctica, eso significa que el A6puede ejecutar sin problemas tareas exigentes como edición fotográfica, retoque de vídeo en alta definición o multitarea pesada, manteniendo al mismo tiempo un consumo y una temperatura muy controlados.
A eso se suman 32 GB de memoria DDR5 (ampliables hasta 64) y una unidad SSD NVMe de 1 TB que ofrece una velocidad de lectura notablemente superior a la de los discos convencionales. En el uso diario, la experiencia es ágil: el sistema arranca en segundos, los programas se abren casi al instante y el equipo responde sin latencias perceptibles.
Aunque el chip no está diseñado para juegos de última generación, la Radeon 680M integrada sorprende por su rendimiento en títulos medianamente exigentes y, sobre todo, por su fluidez en la reproducción de vídeo 4K o incluso 8K a 30 fps. Así, más que un ordenador de entretenimiento es una máquina de trabajo versátil.
El diseño del Geekom A6 es sobrio y funcional: una pequeña caja metálica, sin aristas ni adornos innecesarios. De ahí su ajustado precio de €499, aunque con un descuento del 20% con este código: LARZA620.
Su discreción exterior contrasta con la generosidad de sus conexiones. En el frontal y la parte trasera hay una docena de puertos, literalmente, incluyendo USB-A, (4 en total) USB-C (con soporte para DisplayPort, dos de ellos), HDMI (también 2), un conector para auriculares de 35 mm y una salida Ethernet de 2,5 Gb.

Puede conectar hasta cuatro pantallas 4K de forma simultánea, algo impensable en equipos de este tamaño hace pocos años. El sistema de refrigeración IceBlast 1.5 mantiene la temperatura bajo control. En reposo es prácticamente inaudible; bajo carga, el ventilador se deja oír, pero sin llegar a molestar. Durante largas sesiones de trabajo, el A6 se mantiene estable y sin sobrecalentamientos, mérito de una ingeniería térmica cuidada.
La posibilidad de montarlo detrás del monitor mediante soporte VESA convierte el escritorio en un espacio limpio y ordenado. Es el tipo de ordenador que desaparece de la vista, pero no del rendimiento.
Donde el Geekom A6 destaca es en su equilibrio entre rendimiento, tamaño y precio. Por menos de lo que cuesta un portátil con prestaciones similares, ofrece una potencia más que suficiente para la mayoría de usuarios profesionales o domésticos.
Es una herramienta ideal para periodistas, diseñadores, programadores o estudiantes que necesitan un ordenador potente, pero no tienen espacio, ni ganas, de lidiar con torres, cables o ventiladores ruidosos.
Además, su modularidad juega a favor de la sostenibilidad: puede ampliarse fácilmente en RAM o almacenamiento, prolongando su vida útil sin necesidad de reemplazar todo el equipo. Un detalle poco frecuente en la era de los dispositivos sellados.
El sistema operativo preinstalado, Windows 11 Pro, viene limpio de software innecesario y aprovecha al máximo el hardware. La conectividad Wi-Fi 6E y Bluetooth 5.2 garantizan una conexión estable y rápida, y la compatibilidad con discos externos, periféricos y monitores adicionales lo convierte en un auténtico “hub” digital.
No todo es perfecto. El Geekom A6 no es un ordenador para videojuegos exigentes ni para tareas de renderizado 3D. Su ventilador, aunque silencioso en la mayoría de los casos, puede hacerse notar cuando se le exige demasiado.
Y aunque admite expansión, la segunda ranura de almacenamiento solo soporta discos SATA en lugar de NVMe, lo que limita el rendimiento en configuraciones muy intensivas. Pero estas limitaciones son relativas: en la práctica, para el 99% de los usuarios, el equipo supera las expectativas. Es rápido, eficiente y ocupa menos espacio que una taza de café o casi.
En una época en la que los dispositivos compiten por nuestra atención, el Geekom A6 opta por la discreción inteligente. No quiere ser el protagonista, sino el soporte invisible sobre el que sucede el trabajo.
Para quien necesite potencia sin excesos, rendimiento sin ruido y diseño sin alardes, este mini-ordenador cumple su promesa: ser pequeño, pero pensar en grande.