Inteligencia Artificial

Google, MIcrosoft y OpenAI citados a la Casa Blanca para debatir sobre inteligencia artificial

Mañana se reunirán los directivos de algunas de las empresas tecnológicas más importantes para debatir el futuro de este tipo de herramientas.

El presidente Joe Biden escucha durante una reunión con líderes empresariales sobre el límite de deuda en el auditorio South Court del campus de la Casa Blanca, el 6 de octubre de 2021
Biden convocó a las grandes tecnológicas para hablar sobre IAEvan VucciAgencia AP

En un entorno en el que la inteligencia artificial se está convirtiendo en un posible enemigo según algunos, que ha sido prohibida en diferentes países y que se intenta regularizar su uso, ayer se han enviado invitaciones para acudir a la Casa Blanca para tratar este tema. Entre los invitados figuran el CEO de Alphabet (Google), el de Microsoft, de Anthropic (una empresa de IA fundada por ex miembros de OpenAI) y también el director de la propia OpenAI, responsable de ChatGPT. A ellos se unirán el mismísimo Biden, la vicepresidenta Kamala Harris y la secretaria de Comercio Gina Raimondo. ¿El objetivo? Discutir el futuro de la IA y el papel de EEUU.

“Se trata de algo muy complicado – señalaba Raimondo en una entrevista –. Probablemente sea la discusión de política tecnológica más compleja que hayamos tenido, y la administración quiere ser muy seria y reflexiva al respecto".

La reunión se produce cuando el crecimiento explosivo de plataformas como ChatGPT hace que los líderes tecnológicos y los legisladores debatan qué influencia deberían tener los gobiernos en la tecnología emergente en los próximos años. Existe la preocupación de que la IA pueda tener implicaciones generalizadas en el ámbito de la seguridad nacional.

La IA es una tecnología tan poderosa que incluso tiene el potencial de "permitir que un país malvado, un competidor, entre y arruine nuestra democracia – añade el ex presidente de Google, Eric Schmidt –. El potencial y los peligros de la IA (muchas de las aplicaciones de IA más visibles, como ChatGPT de OpenAI, actualmente tienen menos de seis meses) tardarán mucho en sentirse en todo el país. Si miras la historia de la tecnología, pasa una década antes de que realmente veas su naturaleza transformadora”. Aún así, legislar la IA es complicado, especialmente porque la regulación tecnológica no ha sido el punto fuerte de Washington en muchas ocasiones.

Europa ha sido más proactiva en lo que respecta a la regulación tecnológica en general, instituyendo leyes como el Reglamento General de Protección de Datos, o GDPR, que rige cómo se pueden usar los datos personales en la Unión Europea. Sin embargo, en términos de IA, todavía hay mucho por hacer.

"Por el momento, Europa no está haciendo casi nada en este espacio, por lo que realmente no tenemos ningún ejemplo – confirma Schmidt –. Tienen una ley que requiere que el sistema sea capaz de explicarse a sí mismo si se usa en algo crítico. Por definición, estos sistemas hoy en día no pueden explicarse a sí mismos".

El Departamento de Comercio, liderado por Raimondo y denominado Comité Asesor Nacional de Inteligencia Artificial, está analizando la seguridad nacional y cómo la IA podría tener implicaciones sociales. Eso incluye la introducción de sesgos a medida que las aplicaciones de IA encuentran su camino en más y más áreas de nuestra vida.

“Cuando se estaban desarrollando las redes sociales y demás, existía este mantra de moverse rápido y romper cosas – concluye Raimondo –. No podemos permitir que eso suceda aquí. La IA tiene un gran potencial, sin embargo con esas oportunidades vienen riesgos sustanciales, riesgos que tal vez ni siquiera entendamos completamente hoy”.