Polémica
Una investigación revela que los móviles escuchan nuestras conversaciones y este es el motivo
El uso del sistema entra en conflicto con las normativas de protección de datos vigentes en Europa y otros territorios
Una nueva polémica ha sacudido al sector tecnológico tras la publicación de documentos internos que apuntan a la existencia de un sistema de escucha activa integrado en los teléfonos móviles. Según la investigación del medio estadounidense 404 Media, la filtración provendría de la empresa Cox Media Group, gigante del marketing digital, y confirmaría que los micrófonos de los dispositivos no solo registran fragmentos de audio, sino que además analizan su contenido con ayuda de inteligencia artificial.
La documentación consultada describe un software capaz de interpretar en tiempo real las conversaciones captadas por el micrófono. Esta herramienta, apoyada en modelos de lenguaje avanzados, examina las frases, identifica intenciones o estados de ánimo y los cruza con datos de navegación y comportamiento digital de cada usuario. El resultado sería un perfil extremadamente preciso que permitiría afinar las campañas de publicidad personalizada hasta niveles inéditos.
En términos prácticos, si una persona habla en su salón sobre unas vacaciones en Grecia, el sistema podría detectar esa intención y mostrar, minutos después, anuncios de vuelos u hoteles relacionados.
Privacidad en entredicho
Lo más preocupante, según expertos en ética digital, es que este procedimiento se realizaría de forma automática y continua, sin que los usuarios dispongan de un mecanismo claro para desactivar el seguimiento. Es decir, no existiría la opción de "no participar", planteando un potencial conflicto con las normativas de protección de datos vigentes en Europa y otros territorios.
Organizaciones de defensa de la privacidad advierten de que este tipo de escucha permanente sitúa a los consumidores en una posición de indefensión. Al combinar información discursiva con el historial digital disponible, las empresas podrían elaborar mapas de comportamiento mucho más intrusivos que cualquier rastreo convencional en internet.
La cuestión no es únicamente comercial. El uso de sistemas de escucha continua plantea interrogantes legales y sociales de gran calado: ¿hasta qué punto es legítimo transformar conversaciones privadas en materia prima para la publicidad?
Algunos investigadores recuerdan que la llamada escucha activa, en su dimensión comunicativa tradicional, hace referencia a la empatía y la atención genuina en el diálogo humano. Sin embargo, aplicada al ámbito tecnológico, la expresión adquiere un matiz opuesto: el de un seguimiento que convierte la intimidad en un recurso mercantil.