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Un mes con la WashG1 de Dyson
Siguiendo la estela de productos Dyson (buen diseño, excelentes prestaciones) esta aspiradora tiene muchas de las claves imprescindibles en su sector.
Ya hemos hablado de Dyson en varias oportunidades y siempre hay un denominador común: un diseño diferenciador y unas prestaciones científicamente concebidas para aprovechar al máximo las cualidades del producto. Pero generalmente los productos que podemos analizar son temporales y apenas los tenemos un par de semanas. Usarlos de forma cotidiana durante un mes, permite un análisis más profundo. Y ese es el objetivo en este caso.
Actualmente, Dyson fabrica algunas de las aspiradoras de escoba con mejor rendimiento del mercado, así lo comprobamos con la Submarine. Y la WashG1 (con un precio de 500 euros) no aspira a menos. Es recargable, tiene tanques de agua limpia y sucia separados y extraíbles, y se autolimpia al volver a colocarla en la base. También utiliza un cabezal de mopa con dos rodillos anchos de microfibra que giran en sentido contrario uno del otro, esto hace que no solo atrapen por succión, sino también por fricción, algo que hemos notado y se agradece en casas con mascotas.
El agua limpia del depósito se dispensa sobre los rodillos para la limpieza en húmedo del suelo, mientras que los rodillos barren los residuos sueltos hacia una bandeja deslizable en lugar de obstruir el depósito de agua sucia. Esto es una medida muy práctica a la hora de la limpieza del dispositivo: siempre tendremos una parte seca para tirar a la basura, al contrario de otros productos similares en los que todo se mezcla y resulta bastante desagradable y contribuye a acumular olores.
La limpieza de los cepillos se hace durante el mismo uso y el agua sucia se introduce en un segundo depósito para su vaciado. Y en cuanto a diseño, sin duda es una Dyson: la WashG1 es delgada, elegante y con estilo, con un mango en forma de bucle azul cobalto.
La combinación de aspiradora y mopa funciona muy bien y, en la cocina y en el salón, sobre todo, donde se suele hacer más vida compartida, garantiza una limpieza rápida y sin rastro. Apenas queda huella de humedad o un testimonio pegajoso en el suelo. Y eso tanto con líquidos (leche, vino, refrescos y hasta sopa) como con algunos sólidos. Funciona igual de bien en suelos de madera y en cerámicos.
Tiene cuatro modos de fregado, básicamente dependen de la cantidad de agua que se use en ellos, permiten controlar la cantidad de agua, una ventaja al limpiar pisos sensibles como la madera o muy manchados. El “tanque de agua” se puede usar solo con agua o agregar alguna solución limpiadora que no tiene que ser la original o recomendada por la marca, basta que sea de poca espuma.
La WashG1 tiene una autonomía de hasta 45 minutos (dependiendo del modo seleccionado) con una cuenta regresiva que es visible en la pantalla. El manual habla de 35 minutos, pero creo que esa cifra es con todas las configuraciones al máximo. Para una limpieza profunda y de toda la casa, va justito (supuestamente limpia unos 280 metros cuadrados con una carga), pero si hacemos habitaciones por separado y la ponemos a cargar no hay problema.
Ventaja uno: la batería es extraíble, lo que permite cargar solo esta parte sin llevar toda la aspiradora/mopa a la estación de carga. Eso sí, para la autolimpieza sí tiene que estar en la estación de carga. La desventaja es que el tiempo de carga es de 4 horas. Mi experiencia personal es que si tenemos todo preparado para aspirar (muebles en posición, todos los objetos recogidos del suelo, etc.) los 40 minutos son suficientes para la mayoría de los hogares.
Valoro mucho la facilidad de uso. Con solo unos pocos botones para presionar, la WashG1 es, en general, muy sencilla y fácil de usar, y la pantalla es clara, informativa y fácil de leer. A pesar de un peso total de casi 5 kilos, se maneja bien, el asa circular es cómoda de sostener y, a los pocos días, la técnica de quitar, vaciar y volver a colocar los depósitos, se hace costumbre.
Hay que aclarar que la parte de aspiradora no es la principal virtud. Sí, tiene una potencia de succión interesante (teniendo en cuenta que no es una aspiradora al uso), pero lo que hace principalmente es recoger los derrames secos mientras los rodillos de microfibra humedecen el suelo, así que los residuos que llegan a la bandeja terminan por mojarse. Por ejemplo: palomitas que hayan caído tras una descuidada sesión de cine, pueden precisar de más de una pasada para llegar al depósito. Este podría ser uno de los defectos de la WashG1, si la usamos como aspiradora.
En cuanto a los tanques y su operación (sacarlos, limpiarlos, etc.) quizás sería más sencillo que pudieran quitarse de forma independiente, pero hay que sacar ambos, una operación que las primeras veces es compleja, hasta que ganamos práctica. Teniendo en cuenta que, como su nombre indica, es la primera versión y seguro habrá una WashG2, seguro Dyson resuelve algunos obstáculos.
Resultado: si la utilizamos solo para fregar suelos y no esperamos de ella una aspiradora, es muy eficiente, rápida y nos hacemos con ella en poco tiempo. Ahora, si queremos una que también aspire y no solo friegue, lo mejor es un robot que reúna ambas opciones.