Tecnología militar
La nueva ‘bomba apagón’ de China que neutraliza la red eléctrica enemiga en un área de 10.000 m²
La bomba de grafito es un arma que hasta ahora solo tiene y ha usado el Ejército de Estados Unidos
La bomba de grafito no es un arma nueva, aunque sí inusual. Estados Unidos la utilizó en la guerra del Golfo de 1991 y posteriormente durante los bombardeos de la OTAN en la antigua Yugoslavia en 1999, en ambos casos con gran éxito. En el primero, esta arma no letal logró deshabilitar el 85 % de la red eléctrica de Irak, mientras que en Yugoslavia se llegó al 70 %. No se conoce que esté en ningún arsenal más allá del estadounidense, aunque Corea del Sur anunció hace algunos años sus planes para desarrollarla. Este grupo se amplía ahora con la inclusión de China, que por primera vez ha revelado públicamente que cuenta con este tipo de arma.
CCTV, la televisión estatal china, ha emitido un vídeo, consistente en una animación por ordenador, que muestra lo que parece ser una nueva bomba de grafito de desarrollo nacional. Este tipo de munición no convencional está diseñada para inutilizar infraestructuras eléctricas de alta tensión sin causar destrucción física.
Las imágenes muestran un misil, lanzado desde un vehículo terrestre, que libera 90 submuniciones cilíndricas sobre la zona objetivo. Tras ser liberadas, las cápsulas rebotan al impactar contra el terreno y después detonan en el aire, dispersando filamentos de carbono tratados químicamente. Estos filamentos conductores están diseñados para provocar cortocircuitos en transformadores, subestaciones y otros componentes clave de una red eléctrica.
CCTV asegura que el ataque recreado afecta a un área de al menos 10.000 metros cuadrados y que puede causar una ‘pérdida total de electricidad’. En la información se atribuye el sistema a la Corporación China de Ciencia y Tecnología Aeroespacial (CASC), un contratista clave de defensa vinculado al Ministerio de Defensa Nacional.
La munición puede alcanzar objetivos a hasta 290 kilómetros de distancia. Su carga útil es de 490 kilogramos y puede dañar varios nodos de la red en un solo ataque.
La televisión china no se ha referido a ella como una bomba de grafito de forma expresa, pero el medio South China Morning Post ha señalado que su descripción coincide con los principios operativos conocidos de este tipo de armas: filamentos conductores de electricidad, no letales, dispersados para provocar el fallo de la red sin daño cinético.
No sería la primera ‘bomba apagón’ de China
El Ejército Popular de Liberación (EPL) tampoco ha reconocido públicamente el despliegue de este tipo de arma, pero los comentarios de expertos en defensa sugieren que la tecnología no es nueva en los círculos militares chinos.
Chen Chundi, editor de Modern Ships, una publicación militar semioficial de China, escribió en 2017 que las bombas de grafito representaban un avance significativo en la guerra no cinética. Las calificó como ideales para sortear defensas reforzadas y lograr parálisis estratégica al atacar las redes C4ISR: mando, control, comunicaciones, computación, inteligencia, vigilancia y reconocimiento.
Según Chen, versiones anteriores de este tipo de armas ya habían entrado en servicio en el EPL, con ojivas más pequeñas y cobertura más limitada. También propuso la integración con dispensadores de munición corregida por viento (WCMD, un sistema de guiado que se añade a bombas de racimo y submuniciones para mejorar su precisión) con guiado por satélite BeiDou.
‘La guerra moderna ya no se centra únicamente en destruir formaciones enemigas’, escribió Chen. ‘El énfasis está en inutilizar sistemas, especialmente las infraestructuras eléctricas y digitales, sin provocar una escalada total del conflicto’.