Marta Belaustegui: «No sirve de nada ocultar en la ficción dramas como el suicidio»

El personaje de Alma, que da nombre a la nueva serie de Netflix, es uno de los nombres propios de este arranque de temporada. Pero detrás de esta adolescente ficticia hay dos padres que enriquecen la trama y que dan profundidad a la protagonista. Además, la serie supone el reencuentro de Marta Belaustegui y el cineasta Sergio G. Sánchez, tras su trabajo en «Las manos del pianista» en 2008. Su personaje en «Alma» también es madre de Lara, enferma de un cáncer terminal.

¿Qué empuja a una actriz consagrada a participar en una serie adolescente?

Todo. En este caso, reencontrarme con Sergio me motivaba muchísimo, pero que el escenario del rodaje fuese Asturias también lo convertía en una oportunidad irrechazable. Pero obviamente, que el elenco sea más joven que tú es una magnífica ocasión para aprender cosas nuevas y aportar al equipo. En el rodaje hubo mucha magia, misterio y sensibilidad, aún había muchas incertidumbres por la pandemia y eso nos unió mucho.

¿Qué tiene de especial trabajar con Sergio?

Tiene la capacidad de hablar de miedos cercanos a través de nuevos mundos. Como yo, él es alguien que tampoco entiende esta profesión sin imaginación.

¿Cree que se sigue evitando abordar temas como el suicidio por miedo a acusaciones de apología?

Desconozco el motivo exacto, pero sí considero que «Alma» es una serie muy valiente. Creo que es fundamental que las series adolescentes comiencen a mostrar las preocupaciones de los jóvenes y problemas de salud mental. No sirve de nada ocultar dramas como el suicidio en la ficción, no van a desaparecer solos.

En la pareja de padres de Alma, que interpretan usted y Josean Bengoetxea, parece que la figura paternal sigue quedándose atrás cuando su hija necesita contacto. ¿Refuerza esto un estereotipo masculino?

No, Sergio nos dejó claro que la forma de comunicarse con ella iba a ser especial. Ambos son dos padres cuya forma de acercarse a su hija se basa en la escucha y la atención. Aunque callen mucho, están cerca de ella y son muy intuitivos.

¿Haber vivido la experiencia de ser madre, ayuda a entender estos personajes y la culpa que cargan?

Por supuesto, ser madre es una de las cosas que más carga la mochila de experiencias de un actor. Pero lo que más nos ayudó fue un encuentro con padres de la Fundación ASION, que nos ayudaron a entender los procesos oncológicos infantiles y las enfermedades terminales. Aprendimos hasta de sus silencios.

¿Cómo ha visto de preparada a esta futura generación de actores de nuestro país?

En realidad, para mí no ha sido algo nuevo. Nunca me pierdo los montajes de final de curso del Escuela Superior de Arte Dramático. Es sobrecogedor ver tanto talento entregado a la vez.