Entrevista

Javier Fesser: «Algunos personajes los repruebo, pero tienen respeto para explicarse»

LA RAZÓN entrevista a Fesser, Juanjo Moscardó y María Mínguez, director y creadores de la serie de Disney+, «Custodia repartida»

Javier Fesser durante el rodaje de la serie
Javier Fesser durante el rodaje de la serieDisney+

Juanjo y María tuvieron la idea de incomodarnos con una comedia que bebe de la realidad, lo que, al menos, la transforma ya en una dramedia. Y Javier Fesser, gurú de la comedia de lo cotidiano, quedó atrapado por el guion de «Custodia repartida», la serie que acaba de estrenar Disney+ y que es fácil de ver, pero será difícil de olvidar.

Juanjo y María, siempre tuvisteis claro que el estilo de la serie debía ser el de Javier.

Juanjo Moscardó: No tanto el estilo, de cómo son estéticamente sus pelis, si no de cómo trata a los personajes; la ternura, el tono y lo positivo que es. Sentíamos lo mismo al escribir esta historia y creíamos que era el director para seguir en esa misma dirección, y quien más iba a entender esta serie. No lo conocíamos de nada y nos sorprendió que quisiera hacerla.

María Mínguez: Una de las cosas que más nos han dicho desde fuera es cómo habéis conseguido esa ternura sin ñoñería. Y eso justamente es lo que nosotros queríamos cuando buscábamos a Javier. Nosotros lo hemos intentado en los guiones y él ya lo ha rematado, creemos, en la dirección y en la dirección del casting.

¿Se leyó el guion?

Javier Fesser: El día antes del rodaje (ríe). Leí el primer guion que escribieron, el capítulo 1, quizá hace 2 años de esto. Me flipó el guion, pero me fliparon los personajes. Los veía tan de verdad y tan interesantes para desarrollarlos, que me apetecía muchísimo ser yo quien les diera salida. Me vi muy alineado en la mirada de Juanjo y María en cómo contar la historia. Y lo más importante, me parece que lo que tenía delante era un proyecto que merecía la pena hacerse, que tenía razón de ser. Es una serie que, aparte de entretenerte, hacerte pasar el rato y divertirte, además, iba a aportar mucho sobre algo, nos iba a enseñar algo, iba a ayudarnos a algo como espectadores.

Me senté a ver lo que creí que era una comedia, pero tiene una tristeza implícita.

Juanjo: A nosotros mismos nos genera una montaña rusa emocional. Por eso ha sido a veces difícil plasmar ciertas cosas. Si rasca un poquito, dices aquí estamos tocando hueso, vamos por ahí.

María: Lo que nos gusta cuando nos sentamos a ver una serie o una película es decir qué montaña rusa la que acabo de vivir, ¿no?

Javier: Hemos trabajado desde un respeto muy profundo hacia los personajes, entendiéndoles y queriéndoles también. Algunos tienen comportamientos y cosas que yo repruebo, sin embargo, tienen espacio en la serie, y el respeto necesario para que puedan llegar a explicarnos por qué se comporta de esa manera. Es lo que tiene nuestro trabajo tan precioso, que es la capacidad de, contando historias, hacerte sentir en la piel ajena, que estás en otros zapatos, y que todos hacemos cosas por algo, nada viene del vacío; todo tiene un sentido, una razón de ser. Lo más hermoso de «Custodia repartida» es que son personajes tan distintos, pero que en todos te reconoces de alguna manera, en las cosas bonitas y las cosas menos bonitas.

Javier, ¿hay algo de los personajes de Manuel Summers en sus películas y esta serie?

Javier: Me gusta mucho la mirada de Manuel Summers. Tengo «Del rosa al amarillo» como una de mis películas favoritas. Y es de las películas de donde también he mamado la ternura hacia los personajes. Y además hacia los mayores y los niños. Son como dos universos que me atraen muchísimo. Cuando hablamos de personajes, digamos, diferentes, extremos o peculiares, siempre pienso que los peculiares son los que salen en los anuncios de Colonia. Esos sí son raros, porque esos en la calle, ¿dónde están? Esas mujeres que salen en esa publicidad creo que en la vida real se parecen más a muchos de los personajes con los que a mí me gusta trabajar y retratar.

¿Es cierto que no les dijeron al equipo que se trataba de una comedia?

Javier: Sí, estamos hablando de una comedia. Pero empezamos a desarrollar el proyecto, y veo una cosa clarísima, va a ser divertido. O sea, la risa va a venir, pero no porque hagamos chistes o coloquemos en situaciones disparatadas otros personajes, sino porque la empatía es tan grande, reconocerte en estas meteduras de pata a veces tan graves, es tan potente, que nos vamos a reír mucho. Colocamos a los personajes en situaciones incómodas, los puteamos y nos reímos mucho con ellos, pero todo eso va a funcionar si nos lo creemos. Nuestro objetivo es que esto sea de verdad, y si conseguimos que sea de verdad, con esta historia que mama tanto de la realidad, nos vamos a emocionar. La risa ya vendrá sola, con lo cual centrémonos en que lo que hagamos sea creíble. Entonces, ¿para qué contarle a nadie que vamos a hacer una comedia? ¿Por qué se pone un adjetivo? No, vamos a vamos a buscar la verdad. Si la pared tiene gotelé vamos a sacarle partido al gotelé. No vamos a pintarla de amarillo porque se trate de una comedia.

Juanjo: Nos encantó cuando nos dijo cómo pensaba rodarlo. Esa frase la dijo, «esto hay que rodarlo como un drama». Esto no es una comedia, ni por foto, ni por música ni por actuación. Con poner la cámara, dos personajes, y ver lo que hacen, lo vamos a tener.