Lara Álvarez habla sin tapujos de su salida de 'Supervivientes' y los problemas que tuvo que hacer frente: ''Tampoco sentía que fuera a hacer la última edición al 300%''

El podcast de Nagore Robles, ‘La casa de mi vecina’ en Podimo, ha traído a una presentadora cuyo rostro se ha convertido en uno de los más carismáticos de la televisión, Lara Álvarez. La conductora del programa de Telecinco ‘Me Resbala’ ha decidido abrirse en canal junto con la vasca llegando a confesar a las adversidades que tuvo que enfrentarse cuando estuvo al mando de ‘Supervivientes’ desde Honduras entre 2015 y 2022 donde puso punto y final.

“‘Supervivientes’ ha marcado un antes y un después en mi carrera, en lo profesional y en lo personal, porque allí me he enfrentado a mi mayor miedo: la soledad. Pero no es tanto el cansancio del encorsetamiento en un mismo papel, sino más lo que yo sentía. Necesitaba hacer cosas nuevas”, confesaba la de Gijón.

“Soy muy exigente y eso he tenido que trabajarlo para empezar a disfrutar. En ‘Supervivientes’, precisamente, por la necesidad de hacer un directo y tener el respeto por los concursantes que lo están pasando mal, mi autoexigencia era enorme. Ahora, en ‘Me resbala’, el objetivo es divertirse y romper con el miedo a la corrección”, continúa comentando para revelar todo lo que se enfrentó cuando trabajaba en el concurso más extremo y salvaje de Mediaset.

“Eran 93 días y la estancia allí es dura porque se para la vida, y más en los últimos tres años que nos pilló la pandemia allí y no se podía hacer absolutamente nada”, recuerda.“A mí me ha pasado hasta 30 segundos antes de salir a un directo estar vomitando en una esquinita al lado de un árbol. Estar vomitando fatal de la ansiedad, de la tristeza que tenía en ese momento y luego entrar y decir: '¡Muy buenas noches, Jorge! ¡Muy buenas noches! ¡Besos desde Honduras!'. Porque, al final, dices: ''El espectador conecta para desconectar'”, confiesa dejando clara su gran profesionalidad.

Lara Álvarez tomó la decisión de abandonar dicho puesto de trabajo para seguir evolucionando. “Fue totalmente necesario y el momento no fue tan duro como durante la toma de decisión. Te enfrentas a un momento en el que el consumo de la televisión está bajando, estás en el programa que más audiencia está teniendo, un papel asentado porque hay una trayectoria y un cariño del espectador, y de repente dices: 'Es momento de un cambio'. No es que no disfrutara, pero tampoco sentía que fuera a hacer la última edición al 300%, que era lo que yo me implicaba en este programa, y no me parecía justo”.

A pesar de todas las adversidades a las que tuvo que hacer frente en dichos años, la presentadora ha contado que con ayuda psicológica ha podido llevar a cabo unas pautas, que sigue practicando en la actualidad, para mantenerse calmada y feliz. Antes de despedirse ha querido dedicarle unas emotivas palabras al que fuera su compañero en el reality, Jorge Javier Vázquez.

‘’Yo a Jorge le admiro mucho. Aprendí muchas cosas, la más importante, la honestidad en pantalla. Es una persona que no disimula, no te va a pisar, pero si no le gustas tampoco te va a ensalzar y eso te pone a ti en la situación de querer superarte, querer hacer las cosas bien. Sacaba lo mejor de mí’’, decía con su sonrisa tan característica.