
Polémica
Ana Rosa Quintana estalla contra las pulseras antimaltrato compradas por el Ministerio de Igualdad: "Deben generar alarmas, no bulos"
El magacín matinal de Telecinco abordó la última polémica relacionada con la cartera que lideró en su día Irene Montero y que ahora encabeza la socialista Ana Redondo

Ana Rosa Quintana abrió su programa con un editorial cargado de ironía y dureza contra el Gobierno y, en concreto, contra el Ministerio de Igualdad. La periodista centró sus críticas en la nueva campaña “Por huevos”, lanzada por Ana Redondo con un coste de 1,6 millones de euros, al tiempo que recordaba los fallos denunciados en las pulseras antimaltrato. “Que se lo digan a las mujeres a las que se les presentaba su maltratador en la puerta sin que saltaran las alarmas”, señaló con contundencia, cuestionando la versión oficial que tildaba de bulo las irregularidades. Quintana insistió en que tanto el Consejo General del Poder Judicial como la Fiscalía habían alertado de los fallos técnicos y de pérdidas de datos, y denunció que incluso desde el propio centro de seguimiento se ordenó ocultar problemas para no incomodar a la Delegación del Gobierno. Para la presentadora, este nuevo escándalo evidencia que “este gobierno, instalado en la mentira”, intenta restar gravedad a un asunto que afecta directamente a la seguridad de las mujeres. En tono sarcástico, añadió que la ministra Redondo “tiene huevos como para hacer una tortilla para un barrio entero” mientras se desentiende de responsabilidades.
La comunicadora remató su editorial denunciando la falta de sensibilidad del Ejecutivo, acusando a la ministra de Igualdad de minimizar lo sucedido con declaraciones que solo generan mayor alarma. “La ministra pide que no se genere alarma con las pulseras, cuando precisamente lo que tienen que generar las pulseras son alarmas”, ironizó Quintana. Además, recriminó a Pedro Sánchez que, pese a sus numerosas apariciones en actos durante el fin de semana, no hiciera una sola mención al asunto. En cambio, desde el propio Ejecutivo se promovía la idea de postular al presidente para el Premio Nobel de la Paz, una contradicción que la periodista consideró sangrante en un contexto en el que miles de mujeres ven comprometida su seguridad. “Como dijo la campaña de Igualdad, esto es un bulo con un par de gónadas”, zanjó Ana Rosa Quintana, criticando la frivolidad con la que se abordan temas tan serios mientras se dilapidan recursos en campañas mediáticas que, a su juicio, “sirven más para distraer que para proteger”.
La herencia de Irene Montero deja secuelas en la sociedad
Tras el editorial, intervino Elena Ramallo, doctora en Derecho e investigadora en inteligencia artificial aplicada a la justicia, quien confirmó que rechazó ser asesora del Ministerio de Igualdad por falta de garantías para aplicar reformas reales. Según explicó, el sistema actual “no funciona” porque las decisiones se toman desde criterios puramente políticos sin contar con técnicos ni juristas, lo que ha provocado fallos reiterados en leyes como la del “solo sí es sí”, la Ley Trans o el programa de las pulseras. Ramallo calificó la política heredada de Irene Montero como “la peor para mujeres y menores” y aseguró que las campañas actuales “son un despilfarro de impuestos”. Desde su experiencia docente, añadió que este tipo de mensajes “señalan a los jóvenes y generan rechazo, hasta el punto de que cada vez se declaran menos feministas”. La experta advirtió que esta estrategia no fomenta la igualdad, sino que la erosiona, y concluyó defendiendo la necesidad de un cambio estructural basado en datos, rigor y decisiones técnicas, en lugar de en campañas vacías que, según ella, “no sirven absolutamente para nada”.
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