Entrevista

María Rey: «Al guionista de mi vida tengo que darle las gracias y pagarle puntualmente»

Acaba de cumplir cinco años al frente del matinal «120 minutos» de Telemadrid

María Rey
La periodista y presentadora María ReyTelemadridTelemadrid

Cada día la periodista María Rey acompaña a más de 65.000 madrileños en sus mañanas con el magacín «120 minutos» de Telemadrid, que acaba de cumplir cinco años en antena multiplicando sus datos por cuatro y consolidándose como líder en su franja.

Me gustan más las conversaciones que las entrevistas.

También me pasa eso. Por eso me enrollo tanto en las entrevistas y a veces los directores que he tenido se enfurruñan un poco.

El entrevistado entra en una dinámica de tranquilidad...

El ambiente es fundamental en nuestro trabajo. Y luego las cosas fluyen o no fluyen. Siempre que empiezo una entrevista, que hago todos los días ocho o nueve, quiero que sepa que primero, y ante todo, le estoy agradeciendo que haya dejado de hacer lo que tiene que hacer para ayudarme a mí a explicar cualquier asunto que estamos tratando.

Tengo entendido que, como buena periodista, el agradecimiento va implícito en que se prepara las entrevistas.

Pasa con cierta frecuencia que hay gente que has cerrado y que luego no puede entrar y te cambian al entrevistado. Y aunque el tema es el mismo y te lo has estudiado, el no saber el contexto de esta persona a mí me crea ya una inseguridad. Lo que más apuro me da no es que la gente me vea en casa dudando sobre algo, sino que este señor piense que no le respeto lo suficiente como para haberme preparado el tema. Es fundamental que tú traslades respeto: primero al espectador; segundo a quien entrevistas; y tercero, hacia el periodismo. En el periodismo a veces nos falla, es no solo saber hablar, es saber escuchar.

Hablemos de 2020 a 2023, ¿quién habrá sido el guionista?

Quién nos iba a decir que iban a escribir cada temporada con más ritmo que la anterior. Hay que ficharlo.

Y fichar al guionista de María Rey: este año, cinco de «120 días» y 25 de matrimonio con Manuel Campo Vidal.

25 años de mi aventura vital, que ha sido formar una familia. Y fíjate todas las cosas que me han pasado en estos años y lo orgullosos que estamos, la pareja y la familia. Y ha sido un año bueno en cuanto a resultados, pero esos ya no me los puedo atribuir a mí, porque esto es un trabajo de equipo. Que el equipo funcione es porque hay una parte importantísima que está en la dirección, que es una periodista extraordinaria, Cristina Sáez; hace que las piezas encajen. La gente no solo está sentada en el sofá escuchándote. Tienes que ir introduciéndole los elementos nuevos, ir captando su atención con reflexiones que van más allá de la agenda del día. Eso requiere un esfuerzo constante que nos da muchas satisfacciones, pero cuando acaba el día la cara de todos es que nos ha pasado un camión, de esos que van a Valdemingómez, por encima.

Entonces, ¿le damos aprobado al guionista de su vida?

Al guionista de mi vida le tengo que dar las gracias. Tengo lo fundamental en la vida que es salud, lo siguiente fundamental, o al mismo nivel que es amor, calidad de vida familiar, que es extraordinaria. Lo que hemos montado juntos, esta familia de cinco hijos, los dos que aporta Manuel, los tres que tuvimos juntos, los tres nietos que han venido. Mi vida profesional es muy generosa, porque después de una etapa tan importante y con tantas oportunidades que me dio de crecimiento Atresmedia, que yo decidiese, por mi propio impulso personal, que tenía que ser valiente y salir fuera de la base nodriza, a ver qué podía encontrar y qué podía hacer por mí misma. O sea que a mi guionista de la vida yo no tengo más que darle las gracias y pagarle puntualmente.

¿Qué le dice la gente?

En la calle siempre he encontrado cariño, y en Twitter lo otro.

Lo otro que no es cariño.

También hay espacio para la vida, pero sobre todo hay espacio para las frustraciones, las amarguras, las envidias, los celos, para los resentimientos... Por eso yo en las redes asomo muy poco y en la calle estoy todo el día. La gente de Madrid te devuelve mucho. Es muy de pararse decir «Ay, tú eres... Oye, yo te veo siempre...».

Con su perfil, ¿por qué no se ha dedicado a la política?

Nací siendo la hija del alcalde del pueblo y no había democracia. Normalmente elegían a la persona que tenía educación, que tenía formación. Mi padre era el veterinario. Creo siempre en la política. En cambio, creo que mi gran aportación a ella es seguir dignificándola desde el periodismo, aprovechando cada oportunidad para destacar el trabajo honesto de los políticos que tienen un verdadero compromiso con el servicio público. Para pasarse a la política hace falta mucho valor, porque cuando te metes ahí te van a machacar. Y a mí no me compensa el sufrimiento.

¿A quién entrevistaría?

Hay mucha gente. Ahora mismo, pues al Papa Francisco. Alguien que esté llamado a ser líder del mundo y consiga serlo, es muy difícil, ¿no? Liderar, además, a contracorriente.

¿Y un titular?

Pediría para que la supervivencia de la Iglesia esté garantizada, me gustaría escuchar a algún Papa decir que no es necesario renunciar a una familia para seguir siendo un líder religioso.