Entrevista

Aura Garrido y Lucía Guerrero: "Este proyecto nos hizo reflexionar sobre dilemas éticos y personales"

Ambas protagonizan "Santuario", el nuevo gran éxito de atresplayer

atresplayer abre las puertas de "Santuario", un refugio inquietante
atresplayer abre las puertas de "Santuario", un refugio inquietanteAtresmedia

La serie “Santuario”, basada en el exitoso podcast de Manuel Bartual y Carmen Pacheco, ha sorprendido en atresplayer por la manera de abordar temas como la maternidad, el control y los límites del progreso en un futuro distópico. Ambientada en una cúpula que protege a mujeres embarazadas de un mundo devastado por la contaminación, la historia se alimenta de los temores actuales y plantea preguntas incómodas sobre el precio de la seguridad. Aura Garrido y Lucía Guerrero lideran el elenco de esta producción, que traduce el éxito sonoro del podcast al lenguaje visual de la televisión. En esta conversación con LA RAZÓN, las actrices comparten cómo fue sumergirse en este universo ético y emocionalmente desafiante.

¿Conocían el podcast original antes de participar en la serie?

Aura Garrido (AG): Sí, participé en el podcast. Interpreté un personaje completamente diferente al de la serie, y eso fue fascinante. Aunque ambos formatos comparten la misma base argumental, el paso al audiovisual implica muchas modificaciones. El guion adapta y amplía la historia para explorar otras dimensiones. Fue increíble pasar de un papel a otro porque te permite redescubrir la trama desde una perspectiva distinta. También fue interesante cómo se abordaron algunos aspectos visuales que yo había imaginado de otra manera cuando hicimos el podcast. Es curioso porque, aunque el núcleo de la historia sigue ahí, trabajar en el rodaje implica otro tipo de retos.

Lucía Guerrero (LG): Yo no conocía el podcast antes de entrar en la serie, pero cuando me llegó el proyecto lo escuché y me fascinó. Me pareció un concepto muy original. Sin embargo, los guiones fueron los que realmente me engancharon. Desde el principio vi que se alejaban un poco del formato original para centrarse más en los conflictos éticos y humanos de los personajes, lo que me pareció un enfoque muy interesante y profundo.

El podcast juega con la imaginación del oyente. ¿Cómo fue traducir esa libertad al lenguaje visual de la serie?

AG: Las ficciones sonoras tienen algo mágico porque, como los libros, te permiten imaginar todo en tu cabeza. En el podcast, todo lo visual lo creas tú a partir de lo que escuchas, y eso despierta sensaciones muy diferentes. Rodar, en cambio, implica enfrentarte a una realidad ya construida: escenarios, diseño de arte, iluminación… Aunque siempre hay un punto de imaginación, especialmente si trabajas con croma o elementos que no están presentes, aquí el contraste fue muy fuerte. Venía de imaginar un mundo a través del sonido, y en la serie ese mundo ya estaba diseñado. Hubo momentos en los que tuve que reajustar lo que había visualizado en mi cabeza para adaptarme a lo que veía en el set. Fue un proceso bonito porque es como reimaginarlo todo desde un lugar nuevo.

LG: Rodar una distopía tiene algo estimulante, pero también inquietante. Al final, aunque sea ficción, estas historias parten de hipótesis muy posibles, lo que les da un peso emocional diferente. En mi caso, interpretar a Pilar significaba conectar con la humanidad de alguien que está en una situación límite. Fue muy importante entender esa mezcla de fortaleza y vulnerabilidad que tiene el personaje, porque la serie no solo trata de lo que ocurre en la cúpula, sino de cómo las emociones de los personajes reflejan la sociedad en la que vivimos.

¿Cómo conectaron con la humanidad de sus personajes?

AG: Valle es una persona profundamente decepcionada con la sociedad y con su vida. Siente una gran soledad y arrastra una serie de decepciones que la hacen cuestionarse todo. Pero, al mismo tiempo, tiene una pasión enorme por su trabajo y una fuerte conciencia ética que la obliga a enfrentarse a dilemas muy complejos. Interpretarla fue un reto porque había que equilibrar esa tristeza y esa fuerza interna para que el personaje fuera creíble y humano. Creo que muchos espectadores se sentirán identificados con ella, aunque quizá desde lugares diferentes.

LG: Pilar tiene una determinación muy clara: proteger a su bebé. Eso la convierte en alguien muy empático porque sus motivaciones son universales. Pero también tiene una fragilidad que la hace humana y real. A lo largo de la serie, veremos que hay mucho más en ella que su relación con la maternidad. Fue un personaje que me obligó a explorar emociones muy profundas y me dejó muchas reflexiones.

¿En sus vidas personales crean burbujas para "protegerse” de la realidad?

LG: Para mí, leer es esa burbuja. Es algo puramente individual, que me desconecta del ruido exterior y me transporta a otros mundos. Creo que es una forma de recargar energías y volver a conectarme conmigo misma. También meditar me ayuda a mantener el equilibrio y a ser más consciente de lo que me rodea.

AG: Coincido, leer es mi refugio. Me parece un espacio de libertad absoluto. Es algo íntimo, que no compartes con nadie más, y por eso tiene un valor único. También disfruto mucho escuchando podcasts porque me permiten desconectar y aprender al mismo tiempo.

¿Cómo fue trabajar en un rodaje tan intenso emocionalmente?

AG: Suelo desconectar de los personajes fuera del set, pero aquí fue más complicado. La intensidad de la historia y del rodaje me acompañaban más de lo que esperaba. Había momentos en los que sentía la tensión y la ansiedad del personaje incluso fuera del set. Fue un proceso muy absorbente, pero también muy enriquecedor.

LG: Para mí también fue difícil desconectar del todo. Creo que tiene que ver con la naturaleza del proyecto y con el peso emocional de los personajes. Al final, te sumerges tanto en la historia que es inevitable que algunas sensaciones se queden contigo. Pero también fue una experiencia muy gratificante a nivel creativo.

¿Qué se llevan de Valle y Pilar?

AG: “Santuario” fue un proceso transformador, no solo como actriz, sino también como persona. Me quedo con las preguntas internas que me dejó el personaje, con ese enfrentamiento, con lo que aprendí.

LG: Pilar me enseñó a valorar la empatía y la fortaleza en circunstancias difíciles. También me hizo pensar mucho sobre el futuro y las decisiones que tomamos como sociedad. Es un personaje que se queda contigo, y creo que eso es lo más bonito de este tipo de proyectos.