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Review

Chris Hemsworth supera sus límites más humanos

Disney+ estrena la segunda entrega del documental a través de un viaje por el dolor, el miedo y el deterioro cognitivo

El actor australiano deja a un lado su aura de superhéroe para mostrar sus debilidades Disney+

Entender cuál es el sentido de la vida conlleva un arduo trabajo de búsqueda personal, en el que las vivencias compartidas y la interacción con los demás juegan un papel muy importante. Este proceso de conocerse a uno mismo está implícito en cada uno de nosotros: para algunos el motivo de vivir reside en el amor, para otros radica en la propia búsqueda del ser y muchos de ellos no logran encontrarlo. Quien sí lo ha hecho es Chris Hemsworth, que tras el éxito internacional de 'Sin límites con Chris Hemsworth', donde el intérprete exploró cómo vivir más tiempo, vuelve con una segunda entrega del documental, esta vez centrado en cómo conseguir mejorar la calidad de la existencia con el apoyo de la ciencia.

'Sin límites con Chris Hemsworth: una vida mejor' se estrena este viernes en Disney+ y, a lo largo de tres capítulos, el actor de ojos azules se enfrenta a tres desafíos universales como son el deterioro cognitivo, el dolor y el miedo, compartiendo sus vulnerabilidades al mundo entero.

Para ello se sumergirá en el universo de la música, donde le acogerá un anfitrión de lujo, y demostrará que nadie nace aprendido y el ritmo es algo que también se entrena. Ed Sheeran le propone actuar en su gira '+–=÷x', pero sólo contará con unos meses para aprender a tocar la batería e interpretar el tema 'Thinking Out Loud', frente a 70.000 seguidores en Bucarest, Rumania. Aprovechando sus pocos ratos libres, aprende a tocar un instrumento desde cero con la ayuda de Ben Gordon, batería de Parkway Drive.

Y desde los atronadores escenarios de la gira del cantante británico a prepararse para el "Valle del dolor" en los sigilosos monasterios budistas de Corea del Sur. ¿El objetivo? Explorar la ciencia del dolor con el doctor B. J. Miller. Un segundo episodio, no apto para personas empáticas y sensibles, que con una impecable puesta en escena y una edición magistral del sonido consigue traspasar el sufrimiento del protagonista a través de la pantalla. Entre esas pruebas, que deberá ejecutar con las fuerzas especiales del país, se incluyen lagos helados, gas pimienta y electrocución.

El actor australiano nos tiene acostumbrados a verle en acción en la piel de Thor, el hijo de Odín, en los largometrajes del Universo Cinematográfico de Marvel, por lo que observar cómo se somete a la fuerza física no es algo nuevo. Sin embargo, Hemsworth está aquí para superar sus propios límites y los desafíos sobrepasan las expectativas, mostrando una debilidad que le acerca al espectador.

Es el caso de la pared de más de 150 metros situada en los Alpes suizos, que le espera inmutable durante el gélido invierno para que la escale con sus propias manos. Durante la preparación previa con expertos, Hemsworth aprende que la terapia de exposición y el estado de flow (hiperconcentración) pueden mejorar la salud mental y física.

La unión de Protozoa, Nutopia y Wild State en la producción del documental le da un toque singular y, al igual que en la primera temporada, destaca la utilización de primeros planos con imágenes a vista de dron que visualmente enriquecen la narración: desde las manos heladas y agrietadas del protagonista durante su escalada hasta los imponentes monasterios de Corea del Sur. A esta puesta en escena se unen los testimonios de expertos y la explicación de conceptos tan complejos como la neurociencia mediante representaciones gráficas e ilustraciones que lo hacen más digerible.

En la segunda temporada de la serie, las cámaras nos permiten conocer a fondo a una estrella de Hollywood que se muestra vulnerable frente al público y no le importa hacer el ridículo ante los expertos y sus amigos.

En definitiva, una experiencia con un impacto profundo para Chris Hemsworth, que ha descubierto que su sentido de la vida es superar sus límites. Un aprendizaje que bien podría servir de ejemplo a aquellas personas que aún siguen buscando cómo mejorar sus vidas.

El límite extremo que se negaron a realizar

En un principio, Chris Hemsworth pidió entrenar con especialistas en olas grandes para intentar surfear una de 12 metros, pero los ejecutivos se negaron por no pasar la evaluación y gestión de riesgo, que era demasiado avanzado.

En su lugar, el actor terminó escalando una presa de 200 metros que sí superó el filtro. La mayor preocupación del equipo era que terminara ahogado y no pudiera interpretar el papel de Thor en las grabaciones de Marvel.