
Apple TV+
'El misterio de Cemetery Road' demuestra que nada puede frenar a una vecina curiosa
La serie de Apple TV+, protagonizada por Emma Thompson y Ruth Wilson, adapta una novela de Mick Herron, autor de 'Slow Horses'

El idilio creativo entre el novelista británico Mick Herron (Newcastle, 1963) y Apple viene de lejos. En 2022, la plataforma de streaming de la manzana mordida decidió adaptar su serie de libros protagonizada por el agente del MI5 Jackson Lamb, que dio lugar a «Slow Horses», con Gary Oldman en el papel de Lamb, que ya va por su quinta temporada y ha cosechado éxito entre público y crítica. Ahora, en 2025, llega «El misterio de Cemetery Road», que adapta la primera de las cuatro novelas de la saga de Herron protagonizada por la investigadora Zoë Boehm. Para darle vida, Apple ha querido echar mano de otra estrella británica con pedigrí como es Emma Thompson, ganadora de dos Oscar y uno de los rostros más conocidos del Reino Unido.
En su arranque, «El misterio de Cemetery Road» no puede ser más aparentemente normal. Mientras Sarah (Ruth Wilson), una resignada e insatisfecha conservadora de arte, cena con su insoportable marido y unos potenciales socios de negocios a los que este quiere convencer, la casa de al lado estalla, literalmente. Lo que inicialmente parece una fuga de gas, en la que fallece el matrimonio que vivía en dicho domicilio, empieza a sonar extraño cuando la hija de ambos, que sobrevive a la explosión, es evacuada y llevada a un hospital con un secretismo absoluto.
Será entonces cuando Sarah, por el motivo más naif del mundo —hacerle llegar a la pequeña un dibujo que los hijos de otros vecinos le han hecho— meta el pie dentro de una conspiración que involucra al gobierno británico, a su servicio de inteligencia, al ejército y a sicarios que le meten miedo al miedo. Nada asustará a Sarah, cuya obsesión con este misterio —en definitiva, una forma de escapar de su ahogadiza vida— no cesará por más que su vida esté en constante riesgo y que todos a su alrededor, espectadores incluidos, se pregunten: «¿Pero quién le manda seguir con esto?»
Es ahí donde entra Zoë (Thompson), una investigadora privada de poca monta cuyo trabajo es, en un 99%, espiar a maridos infieles y buscar mascotas desaparecidas. Sarah acudirá a la oficina que esta tiene junto a su marido, Joe (Adam Godley), tras ser ignorada por las autoridades, empeñada en que algo raro ocurre con ese caso. Pese a la reticencia inicial, las circunstancias llevarán a Zoë a acompañarla en la búsqueda de Dinah, la niña desaparecida, que hace las veces de «macguffin» tras el que todos los personajes van, en una especie de caza del tesoro que va desde las calles de Oxford a una remota isla escocesa.
Hasta ahí, creo, se debe contar. «El misterio de Cemetery Road» es una serie que se disfruta más cuanto menos se sabe, viendo como alguien que podría ser tu vecina de al lado acaba metida en algo infinitamente más grande que ella. Esta huida hacia adelante, como impone la lógica, tiene muchos elementos en común con «Slow Horses» —más allá de compartir novelista de base, su creadora, Morwenna Banks, ya estaba en la serie protagonizada por Oldman— como son ese humor negro tan «british», lleno de puyas e improperios, esa violencia cruel y repentina que hace que ningún personaje esté a salvo, y ese manejo de la tensión —hay un capítulo que transcurre mayoritariamente en un tren y que es el mejor ejemplo de esto— que te pega al asiento.
Esta fórmula funciona de forma excelente, y poco o nada importan ciertos giros algo previsibles o una sensación —ligera, y en todo caso a posteriori— de que en lugar de ocho capítulos podrían haber sido algunos menos.
Para que funcione, claro está, es necesario que los personajes, notablemente escritos, también lo hagan, y el reparto es parte fundamental de ello. Más allá de la pareja protagonista —Emma Thompson tiene un carisma natural que te defiende prácticamente cualquier personaje, y Ruth Wilson, aunque no termine de abrazar del todo lo cómico de su conflicto, le va a la zaga—, hay que destacar, de entre todos los rostros familiares de la televisión británica, la dupla formada por Adeel Akhtar y Darren Boyd, que parece sacada de una screwball de los 50 ambientada en el servicio de inteligencia, y al más desconocido Fehinti Balogun, que da vida a Amos Crane, un asesino a sueldo que se convierte en la omnipresente amenaza que se cierne sobre los protagonistas.
No sabemos si Apple seguirá apostando por la saga de novelas de Zoë Boehm, pero lo cierto es que, viendo lo estimulante que ha sido esta primera entrega, no seré yo el que les anime a no hacerlo.
✕
 Accede a tu cuenta para comentar 
 
	                 
	                 
	                

