No hay rincón de la televisión que se le resista a Roberto Leal. Presentador todoterreno, rostro infalible de Antena 3 y profesional querido dentro y fuera de plató, su trayectoria brilla con luz propia. Pero entre tanto éxito (“Pasapalabra”, “Operación Triunfo”, “El Desafío”) la pregunta era inevitable: si tuviera que elegir solo uno, ¿con cuál se quedaría?

La cuestión surgió durante su reciente visita al pódcast de Ac2ality, donde se sinceró sobre lo que significan para él los programas que ha conducido. Y aunque respondió con la diplomacia de alguien que respeta cada proyecto, dejó claras sus preferencias al desgranar lo que valora de cada formato.

“El directo me vuelve loco”, confesó al hablar de “Operación Triunfo”, el espacio que, en 2017, consolidó su popularidad al frente del fenómeno musical de TVE. “Me pone muy nervioso, pero es un nervio que puedo controlar y disfrutar. Ahí es donde se ve de verdad la naturalidad”, explicó. Para Leal, la magia del directo, esa imprevisibilidad sin red, es insustituible.

Sin embargo, no tardó en poner en valor el dinamismo y el ritmo de “El Desafío”, grabado “como si fuera en directo”. “No paramos. Si me equivoco, tengo que tirar de humor para justificarlo porque nadie va a frenar la grabación”, contó entre risas, destacando la autenticidad del rodaje y el papel esencial del director Jorge Salvador.

También reservó palabras para “Pasapalabra”, programa del que asumió el testigo en 2020 tras su regreso a Antena 3. Leal lo califica de “programa histórico” y se siente afortunado por formar parte de una maquinaria tan precisa como exitosa. Lo describió como un reto diario, donde la conexión con los concursantes y el timing lo son todo.

“Programa histórico, por encima de todos, ‘Pasapalabra’; programa que me dio la vida y encima en directo, ‘OT’; y programa en el que me divierto y al que voy a disfrutar, ‘El Desafío’”. Así resumió su visión, sin atreverse a coronar a uno como el favorito, aunque muchos percibieron cierta nostalgia por los tiempos de “OT”.

“Creo que he hecho la del político, ¿no?”, bromeó al final de su respuesta. Pero más que ambigüedad, fue una declaración de amor plural a una carrera construida a base de versatilidad, talento y cercanía. Leal ha demostrado que, sea cual sea el formato, sabe estar al mando.