
Puja multimillonaria
Warner Bros. está oficialmente en venta, comienza la batalla: Netflix, Paramount y Comcast van con todo
Una transacción histórica que reconfigurará el poder en Hollywood y que enfrenta a tres pesos pesados con intereses muy distintos sobre el mismo coloso

Lo que parecía impensable hace una década hoy está sobre la mesa: Warner Bros. Discovery cambiará oficialmente de dueño por cuarta vez en diez años. En una jugada que sacude los cimientos de la industria del entretenimiento, Paramount, Netflixy Comcast han presentado ofertas formales para quedarse —total o parcialmente— con uno de los imperios más emblemáticos de la cultura audiovisual global.
Paramount, que ya absorbió Skydance, se posiciona como favorito al apostar por el paquete completo: estudio, canales lineales y plataformas de streaming. Respaldados por la fortuna y el músculo político de los Ellison, no solo ofrecen dinero, también estabilidad en un tablero cada vez más imprevisible. Mientras tanto, Netflix y Comcast juegan otra partida, centrada exclusivamente en los activos relacionados con producción y streaming.
Para los trabajadores de Warner Bros. Discovery, la incertidumbre no es nueva, pero sí cada vez más aguda. La última gran fusión, que unió Discovery con WarnerMedia en 2022, dejó un rastro de recortes, reestructuraciones y un descenso preocupante del valor bursátil. Hoy, el grupo busca reinventarse una vez más, antes incluso de consolidar su última transformación.
El interés de los compradores no es casual: HBO, CNN, DC Comics o los estudios Warner no son solo marcas, son pilares de la narrativa contemporánea. Pero también son un reto. Absorber semejante estructura exige algo más que capital: requiere visión, influencia política y capacidad de adaptación regulatoria en múltiples mercados. Y aquí es donde las diferencias se agudizan.
Para Netflix, sería el paso definitivo hacia la hegemonía global del streaming. Para Paramount, una forma de blindarse ante la volatilidad del mercado tradicional. Comcast, por su parte, se enfrenta al riesgo de choque político si la antipatía de Trump hacia NBC y MSNBC influye en los procesos de aprobación. No se trata solo de negocios: también es una batalla por el relato cultural del futuro.
Todo apunta a que diciembre será el mes clave. Pero, como ocurre en todas las grandes faenas, la lidia no acaba cuando se lanza la primera propuesta, sino cuando se recibe la última estocada. Y en esta plaza, los tres gigantes quieren salir por la puerta grande. Solo uno lo logrará.
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