Toros

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Parte de De la Viña, muy grave: “Cornada de 27 cm que arranca la femoral y de 22 en el glúteo que arranca la ilíaca”

Y Perera, herido de gravedad con una cornada de dos trayectorias, 20 y 4cm en el muslo izquierdo

Cogida del banderillero Mariano de la Viña durante la faena de Enrique Ponce a su segundo toro, de Montalvo
Cogida del banderillero Mariano de la Viña durante la faena de Enrique Ponce a su segundo toro, de Montalvolarazon

Y Perera, herido de gravedad con una cornada de dos trayectorias, 20 y 4cm en el muslo izquierdo

Pasadas las nueve de la noche de ayer una ambulancia trasladaba a Mariano de la Viña de la plaza de toros de la Misericordia de Pamplona al hospital Quirón de Zaragoza. Larga era la noche que esperaba. Y terrible lo que se había vivido en la enfermería de la plaza. Esa intervención, ya en el hospital maño, se alargó hasta casi las tres de la madrugada, 2:50 según las fuentes cercanas para ser exactos. Los destrozos habían sido tremendos. Un calvario para llegar hasta allí. Así se vivió en la plaza de ipso facto en el mismo momento en el que el toro de Montalvo se cruzó en el camino del banderillero de Enrique Ponce. La brutalidad del percance no dejó lugar a dudas. Mariano quedó inconsciente en el primer impacto y el charco que dejó de sangre en el propio ruedo alarmó a todos. Las caras impactaban. Nos sacó a todos del festejo, porque éramos conscientes de que la vida de Mariano pendía de un hilo. Supimos después que entró tres veces en parada cardiorespiratoria y que fue necesario transfundirle sangre para lograr lo prioritario en ese momento: estabilizarle y sacarle adelante. Llevaba un boquete, por donde la sangre se escapaba a borbotones, que le afectó la femoral y tiempo después fue cuando hubo lugar a percatarse de la cornada que también le había metido en la parte trasera de la espalda, abajo. Fue ahí cuando el doctor Val-Carreres decidió trasladarle al hospital Quirón para proseguir con la intervención.

En el hospital le acompañaron su gente, y su matador, la piña, la familia del toro. Es Enrique además un torero que mantiene a su gente de principio a fin. Hasta les jubila. Así es conocido en el planeta de los toros. De ahí el impacto del torero, que no podía contener las lágrimas. Tampoco los compañeros. Lo que se vivió en la puerta de la enfermería fue angustioso, porque todos sabía que ahí dentro, de puertas para dentro, no se estaba gestionando la gravedad de una cornada, sino la vida de una persona, de un veterano torero. Impactaba ver a Curro Javier, que apenas le salía la voz del cuerpo, decir que el docto estaba impactado porque “no había visto algo así en la vida”.

A pesar de que la operación acabó a las tres de la mañana, los médicos acaban de hacer públicos los partes de médicos, que bien parecen unos partes de guerra y relatamos a continuación:

“Durante la lidia del cuarto toro ha ingresado en esta enfermería el banderillero Mariano de la Viña, que presenta las siguientes lesiones: dos heridas por asta de toro y traumatismo craneoencefálico.

Una herida por asta de toro a nivel de triángulo escarpa derecho con orificio de entrada de 12 centímetros y dos trayectorias, una ascendente de 27 centímetros que arranca la arteria femoral superficial y rompe en su porción distal la arteria iliaca interna. Con rotura de los músculos sartorio y aductor mediano penetrando en espacio retroperitoneal.

Una segunda herida por asta de toro a nivel de la región glútea izquierda con orificio de entrada de 8 centímetros y trayectoria hacia delante de 22 centímetros que penetra por la escotadura ciática alcanzando el espacio situado entre recto y vejiga tras arrancar la arteria iliaca interna izquierda en su origen.

Traumatismo craneoencefálico pendiente de diagnóstico por la imagen. El herido ingresa en la enfermería en situación cataclísmica, inconsciente, con una hemorragia de gran intensidad. Pronóstico muy grave que sí le impide continuar la lidia.

Firmado: Dr. Carlos Val-Carreres, Cirujano-jefe de la enfermería de la plaza de toros de Zaragoza

ENFERMERÍA: Durante la lidia del sexto toro ha ingresado en esta enfermería el diestro Miguel Ángel Perera que presenta las siguientes lesiones: herida por asta de toro a nivel de la unión del tercio medio-inferior de la cara posterior del muslo izquierdo con orificio de entrada de 7 centímetros y dos trayectorias, una ascendente de 20 centímetros, que dislacera fibras de los músculos isquiotibiales y otra externa, de 4 centímetros, que se pierde en el tejido celular subcutáneo. Pronóstico grave.

Firmado: Dr. Carlos Val-Carreres, Cirujano-jefe de la enfermería de la plaza de toros de Zaragoza.