Crítica de clásica

"La zorrita astuta" en versión cabaretera

Elena Tsallagova, Peter Mattei, Paula Murrihy, Anaïs Masllorens, David Alegret, Alejandro López, Milan Perišic, José Manuel Montero, Sara Bañeras, Mireia Pintó, Roger Padullés, Mercedes Gancedo. Orquestra Sinfónica y Coro del Gran Teatro del Liceo. Coro Infantil de l’Orfeó Català. Dirección musical: Josep Pons. Dirección de escena: Barrie Kosky. 23-IX-2025

GRAFCAT2005. BARCELONA, 17/09/2025.- El Gran Teatre del Liceu abre la temporada 2025-2026 con la ópera 'La zorrita astuta' de Leos Janácek, con una adaptación de la producción simbólica que creó Barrie Kosky, y un reparto encabezado por Elena Tsallagova, Peter Mattei y Paula Murrihy. EFE/Alejandro García
Liceu abre temporada con una producción simbolista de 'La zorrita astuta' de Leos JanacekAlejandro GarcíaAgencia EFE

"La zorrita astuta" solamente se había presentado en una ocasión en el Gran Teatro del Liceo, en una producción –cantada en inglés– de la Opera North en 2001, por lo que éstas funciones inaugurales de la temporada suponen el estreno barcelonés en su versión original. La dirección artística del coliseo ha apostado por una coproducción con la Bayerische Staatsoper de Múnich firmada por el prestigioso director de escena australiano Barrie Kosky, uno de los registas más apreciados de la actualidad, pero que en esta producción, de gran sabor germánico, apuesta más por la transgresión y por un espíritu cabaretero de cierto carácter cómico que no acaba de funcionar ante un público poco avezado con este título. Especialmente incomprensible resulta el hecho de que Kosky evita dar visibilidad a la idea de Janácek de presentar en escena a pequeños animales como ranas, libélulas, tejones o mosquitos, cada uno dibujado en la partitura con sus particulares temas musicales que ilustran sus cortas frases, lo que crea una atmósfera verdaderamente exquisita de la naturaleza. Por el contrario, se apuesta por una escenografía oscura y algo tenebrosa, con el vestuario de los humanos en negro y una serie de telones colgantes plateados y brillantes que representan el bosque, solución, eso sí, que ofrece una gran versatilidad, con multitud de cambios a vista dando vivacidad a las escenas gracias también a una fantástica iluminación llena de brillos y contrastes. No destaca, por muy colorido que sea, el vestuario que debería caracterizar a los animales del bosque, en este caso, intérpretes del Coro Infantil del Orfeó Català, quienes ofrecieron una buena actuación actoral y canora, opción que impide que el público pueda admirar parte de la belleza de la de la trama de esta excelente obra animalista y filosófica del compositor checo, ayudando a su comprensión.

En medio de la oscuridad general, destacaron las pocas escenas más coloristas, como la del amarillo chillón de las gallinas que se zampa la revolucionaria Zorrita astuta, o la gran escena de amor de la pareja protagonista, primero azulada y posteriormente rojiza. Por su parte, la dirección de actores fue bastante estática, con los personajes la mayoría del tiempo en fosos y solo visibles parcialmente.

Desde el punto de vista musical, Josep Pons ofreció una lectura apasionada y brillante de la partitura, tapando ocasionalmente a algunos de los numerosos intérpretes, pero aprovechando los pasajes más detallistas en los que las diferentes secciones e instrumentos reproducen los temas de los diferentes animales y el estado de ánimo de los protagonistas, así como los silencios, para ofrecer toda la riqueza tímbrica de esta sorprendente partitura. Para la ocasión el Liceu contó con un destacado elenco canoro como la cautivadora y exquisita Zorrita de la soprano Elena Tsallagova, con un acertado alegato revolucionario o una bien conseguida escena de amor junto a la elegante y musical mezzosoprano Paula Murrihy, de gran conjunción entre ambas intérpretes. Una pareja ideal, bien secundada por el resto de animales y muy especialmente por el Guardabosques del elegante y conmovedor barítono Peter Mattei, el destacado cazador Harasta del barítono Milan Perišic, el cuidado Maestro de Escuela del tenor David Alegret, el Sacerdote y Tejón del interesante bajo Alejandro López y el Perro de la mezzosoprano Mireia Pintó. Correcto el Coro del Gran Teatre del Liceu, que en esta obra no tiene demasiado protagonismo.

La ópera de Janácek, con una partitura llena de grandes momentos musicales y rica en detalles coloristas y melódicos, con una trama de diversas lecturas superpuestas y ya de por sí compleja, se vio dificultada en su comprensión al humanizar a los animales y apostar por un estilo cabaretero del que nacían ciertos momentos cómicos, pero que llevaban a una relectura poco acorde con la trama original.