Viajes
Conquistada por diversos pueblos a lo largo de sus 3.000 años de historia, la ciudad de Málaga ofrece al recorrerla evidencias de una gran diversidad cultural en sus monumentos, en sus plazas y callejuelas, incluso en sus parques urbanos. Todo su patrimonio arquitectónico junto a la belleza del mar Mediterráneo que la baña hacen de ella una urbe con mucho encanto. La catedral, el Teatro Romano, La Alcazaba, el Palacio de Buenavista (sede del Museo Picasso), la peatonal calle Larios…, sitios de los que con tan solo unas breves pinceladas ya despiertan el interés de visitarlos.
Pero vayamos por orden. Un buen comienzo para sacarle todo el jugo a Málaga puede ser acercarse hastala Santa Iglesia Catedral Básica de la Encarnación, o La Manquita, como popularmente se la conoce, ya que es un edificio único en la historia de la arquitectura. Un monumento que se distingue de otras basílicas tanto por la singularidad de su diseño como por un peculiar y dilatado proceso constructivo que se remonta a los inicios del siglo XVI, y que quedó inacabado por no haberse terminado su torre sur, que debía haber sido gemela de su imponente torre norte. Enclavada en la céntrica Plaza del Obispo, resulta, sin duda, un icono de la ciudad de Málaga.
Teatro Romano y Alcazaba
Tras permanecer oculto durante siglos, el Teatro Romano de Málaga fue descubierto en 1951, y desde entonces se ha convertido en un punto de gran interés para turistas y autóctonos. Sorprende cómo estos vestigios romanos se fusionan con el entorno cosmopolita de bares y restaurantes muy próximos, consiguiendo armonía entre lo antiguo y lo moderno.
Por su parte, defensa y belleza se conjugan en un único recinto, La Alcazaba. Este palacio fortaleza es una de las construcciones musulmanas más importantes conservada en España. Edificado entre 1057 y 1063 ha tenido sucesivas reconstrucciones, algunas hasta en el siglo XX, y actualmente es visitable con interesantes muestras arqueológicas expuestas.
La sede del Museo Picasso y la calle Larios
El Palacio de los condes de Buenavista es un referente de arquitectura señorial edificada en Málaga. Desde el siglo XVII al XIX fue residencia de los Condes de Buenavista, de ahí su nombre. Posteriormente se convirtió en un espacio de enseñanza, una fábrica de muebles, un taller de carpintería e incluso en un centro hospitalario. Pasó a ser declarado monumento nacional en 1939, y desde el 27 de octubre de 2003 alberga el Museo Picasso de Málaga, museo que responde al deseo del citado artista de que su obra estuviera presente en la ciudad que le vio nacer en 1881.
No se puede concebir lo hermoso que es el casco histórico de Málaga sin pasear por la rambla que lo atraviesa, la calle Larios. Su creación surgió de la necesidad de comunicar el puerto con el centro urbano hace ya más de 100 años. El resultado es una vía peatonal llena de comercios que envuelve en esa agradable atmósfera tan especial que se crea cuando la tierra y el mar se dan la mano.
Una urbe con numerosos “tesoros”
El viaje a la ciudad de Málaga sorprende con muchas más cosas bellas que las ya mencionadas, como por ejemplo el Castillo de Gibralfaro, el Mercado de Atarazanas, el Parque de la Alameda, los Jardines de Luis Alfonso, el Muelle Uno…, Málaga es algo más que sus conocidas playas y preciosos pueblos, y ese “algo” sorprende gratamente por despertar los sentidos y sentimientos en invierno.