Paseo e historia
Estos son los 5 puentes del Tíber que debes atravesar
Al caminar por cada uno de ellos, sabrás aún más de la historia de Roma
¿Sabías que los primeros puentes en Roma fueron de madera para que en caso de invasión se pudieran destruir?. Esto fue así hasta cuando los romanos se sintieron seguros de su poder y fue cuando iniciaron a construir puentes de piedra. Muchos de los puentes levantados en la época de los romanos no existen más pero, con la ciudad en pleno desarrollo, se construyeron más puentes y algunos con diseños modernos. Uno de ellos es el puente Settimia Spizzichino, levantado en memoria de la única mujer que sobrevivió en el gueto de Roma en 1943.
Son en total veinticinco los puentes que cabalgan sobre el río Tíber. El primero fue el Ponte Emilio, el más antiguo y se remonta al siglo III a.C.
El puente Emilio - Il Ponte rotto
Este puente fue construido probablemente en el año 241 a.C., originalmente era como todos los de la época, de madera. A principios del siglo II a.C. una inundación lo destruyó y Marco Emilio Lépido y Marco Fulvio Nobilior, superintendentes de la ciudad, decidieron levantar el puente pero esta vez de piedra. Fue el más largo de la época, su ubicación era estratégica ya que en esta parte de la ciudad, estaba establecida la comunidad judía además de los mercaderes y comerciantes que llegaban a Roma por motivos económicos. Está situado a la altura de la Isla Tiberina. Desde este punto, que era una de las entradas a la ciudad, se podía acceder a tres de los sitios más importantes de Roma, el Campidoglio, el Foro y el Circo Máximo. Este puente legendario ha tenido muy mala suerte desde su fundación, ha sido roto y restaurado varias veces y todo debido a su ubicación, las corrientes del Tíber se lo ha llevado en diferentes etapas desde su construcción, no obstante, han habido varios intentos para mantenerlo completo. Los italianos lo conocen como el “Puente Roto”.
Pero en este artículo no nos vamos a dedicar a conocer las ruinas de Roma que nunca terminan, pero sí a descubrir parte de la historia de la ciudad, atravesando algunos de sus puentes.
1.- El Ponte Sisto
Es el más moderno de los antiguos, lleva el nombre del Papa que lo mandó construir, Sixto IV della Rovere (1471-1484) y lo hizo para conmemorar el jubileo del año 1475 y comunicar directamente el Trastevere y el Vaticano con el resto de la ciudad.
Pisarás este puente cuando quieras atravesar el Tíber desde la Plaza Trilussa, uno de los puntos álgidos del Trastevere y desees dirigirte hacia una de las partes del centro de Roma con más restaurantes bares y cafeterías por metro cuadrado, uno de ellos es la salumeria y restaurante Roscioli.
2.- Puente Vittorio Emanuele
Atravesando este puente, se puede percibir como la ciudad se fue acercando al Vaticano aunque este no fue el motivo de su construcción. Al pasar el Tíber y al llegar al otro lado con dirección al barrio de Prati, ya estamos a unos pasos de la Plaza de San Pedro. El ambiente cambia notablemente de un lado al otro empezando por los nombres de las calles, la primera cambia a Via San Pio XII, después nos encontramos con un nombre evocador: Borgo Santo Spirito, la siguiente es la Via della Conciliazione sin ir más lejos. El puente ostenta el nombre del primer Rey de Italia, Vittorio Emanuele II y fue construido cuando se festejaba el 50 aniversario dell’Unità d’Italia. (En 1861 Italia dejó de ser una península formada por siete estados diferentes y se convirtió en un país unitario reunido bajo una misma bandera nacional).
3.- Ponte Sant’Angelo
¿Y quién que visite Roma no atraviesa el puente más conocido? Al tener del otro lado del Tíber el Castel Sant’Angelo, resulta más fácil reconocerlo, y como allí dentro, está la tumba del Emperador Adriano, es fácil adivinar su historia. Primero se llamó Ponte Elio, porque el nombre completo del emperador era Publio Elio Adriano que quiso que le construyeran un puente para acceder a su propio mausoleo.
La historia cuenta que al inicio se llamaba Puente San Pedro, ya que era el acceso más directo a la Basílica Vaticana pero cambió cuando el Papa Gregorio Magno, durante una procesión, tuvo la aparición del arcángel Miguel y colocando su espada en ese sitio, indicó el fin de la plaga que asolaba a Roma y desde entonces, lleva el nombre de Ángel.
4.- El Puente Umberto I
Lo construyeron entre el año 1885 y 1895 y lo dedicaron al Rey de Italia Umberto I, él mismo lo inauguró junto a su esposa Margarita de Savoia.
El puente comunica el Palacio de Justicia con el centro de ciudad, a la altura de la Piazza Navona.
5.- El Puente Milvio
En mi artículo dedicado a dónde quedan los italianos en Roma para tomar cañas, mencionaba la zona de Ponte Milvio. Pues bien, quién iba a decir que en el siglo IV o III a.C., este puente, uno de los más antiguos y más importantes de Roma, se iba a convertir, en el siglo XXI, en el sitio de moda de la capital italiana. En él tuvo lugar el último combate entre los emperadores Constantino I y Majencio. Constantino ganó la batalla.
Y aquí seguiré, mostrando esas pequeñas grandes cosas que Roma tiene a la vista, pero ocultas en su inmensa historia.
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