Gastronomía
Cenar bajo las estrellas en pleno Madrid: el plan perfecto para dar la bienvenida a la Navidad
Los iglús regresan a la azotea del BLESS Hotel Madrid con una propuesta única para disfrutar de la capital desde las alturas
Hay algo casi mágico en contemplar Madrid desde las alturas. Las terrazas de la ciudad tienen un encanto especial durante todo el año, pero cuando llega el frío y se encienden las primeras luces navideñas, ese magnetismo se multiplica. Si a esa estampa añadimos la posibilidad de cenar dentro de un iglú cálido y privado, bajo un cielo estrellado y con la Milla de Oro extendiéndose a nuestros pies, el resultado es uno de esos planes que se recuerdan toda la vida.
Este invierno, regresan los iglús de Picos Pardos Sky Lounge a la azotea del BLESS Hotel Madrid para convertir las noches madrileñas en un pequeño ritual de invierno. La propuesta, ya imprescindible en la temporada fría de la capital, vuelve cargada de encanto, sabores de montaña y vistas que parecen sacadas de una postal.
Un refugio invernal en pleno Barrio de Salamanca
Lo que hace tan especial este plan no es solo la gastronomía (que lo es, y mucho), sino la experiencia completa. Los iglús, instalados en lo alto del hotel, funcionan como burbujas privadas donde el tiempo parece detenerse. Desde dentro, rodeados de luces suaves y una atmósfera íntima, los comensales pueden descubrir una ciudad que late a otro ritmo: coches diminutos avanzando por Serrano, las fachadas iluminadas, los tejados... Resulta difícil no emocionarse al mirar alrededor. Desde arriba, Madrid es más bonita de lo que uno es capaz de recordar.
La experiencia gastronómica "Winter Edition" de Picos Pardos bebe de los paisajes alpinos y del espíritu après-ski, esa tradición que invita a celebrar la vida después de un día en la nieve. Aquí no hay pistas ni frío extremo, pero sí ese mismo deseo de disfrutar del calor, la compañía y los sabores reconfortantes.
El menú (que se puede degustar tanto en los iglús como en la zona acristalada y climatizada del rooftop) apuesta por platos para compartir, raclettes, fondues, carnes en su punto y una carta de cócteles de autor que encajan a la perfección con el ambiente. Todo está pensado para que la experiencia sea envolvente: desde la música hasta el champagne, desde la iluminación hasta la secuencia de los platos. Es un lujo cálido, de esos que se agradecen en invierno.
El plan perfecto para cenas navideñas… de cualquier tipo
Con la Navidad a la vuelta de la esquina, encontrar un plan diferente, especial y con un toque de sorpresa se vuelve un pequeño desafío. Y precisamente por eso, los iglús se han convertido en el plan más deseado del invierno madrileño. Funcionan igual de bien para esas cenas de empresa en las que se busca escapar del típico restaurante que se repite año tras año, como para reuniones de amigos que quieren celebrar el final del año con algo original y memorable. Y, por supuesto, también son ideales para parejas que buscan una velada íntima con un punto mágico. Los iglús tienen capacidad para entre dos y seis personas, de modo que se adaptan fácilmente a distintas celebraciones. Y para quienes prefieren un espacio algo más amplio sin renunciar a las vistas, la pérgola acristalada ofrece la misma propuesta gastronómica en un entorno igualmente cálido y espectacular.
Los horarios de apertura varían a lo largo de la semana, con servicio de comidas los fines de semana y cenas desde el miércoles. El tiempo máximo de cada reserva es de 1 hora y 45 minutos, suficiente para saborear la experiencia con calma. Además, se requiere un mínimo de consumo por persona en el caso de los iglús y las reservas deben realizarse con antelación. Un consejo: diciembre es uno de los meses más demandados, así que conviene asegurar el sitio cuanto antes.
Madrid desde arriba
Al final, lo que hace inolvidable esta propuesta no es solo la originalidad de cenar dentro de un iglú urbano ni la calidad del menú. Lo que realmente conquista es ese instante en el que levantas la mirada y descubres que Madrid, con sus terrazas, sus luces y sus tejados, parece brindarte la noche. En un tiempo en el que todos necesitamos volver a celebrar, parar y disfrutar, cenar bajo las estrellas en BLESS Hotel Madrid se convierte en un regalo para los sentidos. Una excusa perfecta para inaugurar la temporada navideña.