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Graben y la Columna de la Peste muestran cómo fue, cómo es, y cómo será Viena

Una de las vías más céntricas vienesas, se remonta dos mil atrás a un antiguo campamento romano, desvelando un pasado de culturas diversas

Columna de la Peste, la Pestsäule
Columna de la Peste, la Pestsäulelarazon

Conocer el origen de una calle es sumergirse en la historia de su ciudad, pueblo o aldea. El de Graben, una de las vías más céntricas vienesas, se remonta dos mil atrás a un antiguo campamento romano, desvelando un pasado de culturas diversas

Conocer el origen de una calle es sumergirse en la historia de su ciudad, pueblo o aldea. El de Graben, una de las vías más céntricas vienesas, se remonta dos mil atrás a un antiguo campamento romano, desvelando un pasado de culturas diversas. Por su ubicación, por los edificios que actualmente la conforman, y por los comercios que alberga, Graben es un lugar de visita indispensable cuando se viaja a Viena.

Si algo caracteriza a esta calle no es solo que en ella hace siglos que se “vende y se compra”, sino que posee una arquitectura soberbia y armónica cargada de simbolismo que se materializa en una imponente columna votiva: la Columna de la Peste. Por lo descrito y por su belleza, Graben forma parte de uno de los itinerarios de Free Tour Vienna que muestran la esencia de la capital austriaca.

Graben, una de las calles más emblemáticas de Viena

Trescientos metros, forma curvilínea, numerosas boutiques, joyerías, tiendas de moda, cafés y restaurantes crean su atmósfera. Peatonal, amplia, limpia, iluminada y concurrida. Músicos y artistas callejeros entretienen al recorrerla con improvisados conciertos de música clásica, espectáculos de magia o simplemente con su presencia y vestimenta estrambótica.

Al alzar la vista desde su acera sorprenden construcciones históricas como el edificio Ankerhaus con su aire residencial, o el Palais Bartolotti-Partenfeld, el único de estilo barroco que allí se encuentra, sin olvidar el Generalihof que albergó una importante tienda de música así como una renombrada sastrería y en el que hoy día se encuentra una conocida franquicia de ropa que ha conservado la estructura decorativa de aquella época con un resultado fascinante.

A pesar de todo lo que ofrece esta vibrante calle, tanto lo moderno como lo pretérito se olvida frente a los veintiún metros de mármol, bronce y cobre dorado que se elevan en su centro y dan forma a un conjunto arquitectónico conocido como Pestsäule.

La historia de la Columna de la Peste

En 1679, Viena sufría una de sus peores epidemias de peste. Las víctimas superaron los 76.000 habitantes. El emperador Leopoldo I prometió públicamente que si la epidemia desaparecía, una columna votiva sería erigida en acción de gracias a la hermandad de la Santísima Trinidad ya que los que la constituían habían construido hospitales donde se atendían a los enfermos. La enfermedad remitió y primeramente se levantó un monumento de madera hasta que años después se sustituyó por la colosal columna de estilo barroco en la que la peste es representada como una anciana decrépita que es derrotada por la fe, con un realismo tan impactante que es inevitable detenerse a contemplarla, pues parece que el cincel hubiera capturado la crudeza de la muerte. Esta columna fue copiada –en menor tamaño– y colocada en muchos lugares de Austria bajo la creencia de que alejaba a las temibles epidemias.

El arte votivo era común en el mundo antiguo –lo que nos lleva a época romana, como si un circulo se cerrara– y nació para crear un lenguaje que comunicara directamente con los dioses. De esa influencia artística el Alto Barroco en Austria impregnó muchas de sus obras. Sea como sea, Graben y la Pestsäule son narradores que cuentan cómo fue y cómo es Viena. Y si en esta calle se “escucha” y se observa, también se intuirá cómo será Viena.

Viena, una de las capitales más destacadas de Europa, no sería tan conocida sin estas historias, pero sobre todo, no sería tan interesante si tours como los de Free Tour Vienna no mostraran lo más secreto de ella.