Maltrato animal
TEST: Cerco policial a casi un centenar de cabecillas de los CDR
Las Fuerzas de Seguridad rastrean a los “cabecillas” gracias a los vídeos y el material incautado en los teléfonos de los arrestados durante los disturbios
Las Fuerzas de Seguridad del Estado, una vez que el trabajo de contención de los disturbios no requiere toda su atención, trabajan con todos los medios para la identificación de los individuos que provocaron esos altercados y, sobre todo, los que actuaban como «dinamizadores» de los mismos, según han informado a LA RAZÓN fuentes de la investigación.
Sin entrar en ningún tipo de detalles, ya que el buen fin de las pesquisas requiere de la mayor discreción, lo que si es cierto es que en los disturbios participaron, de forma más activa, entre 2.000 y 4.000 individuos. Hasta el momento se han producido unas doscientas detenciones, de las que treinta han terminado con una decisión de los jueces de ingreso en prisión. Faltan, por lo tanto muchos por ser llevados ante los tribunales de Justicia.
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Ante la voluntad manifiesta de los promotores (de lo que ya se puede calificar de terrorismo callejero) de continuar con sus actividades delictivas, las Fuerzas de Seguridad trabajan en prevenir nuevos incidentes y, sobre todo, que alcancen la magnitud de los habidos en Cataluña durante la pasada semana.
Los investigadores cuentan con pistas sólidas sobre varias decenas de individuos, gracias a las grabaciones de vídeo que se realizaron durante los disturbios y las evidencias que se les han incautado a los detenidos y a los que ya están en la cárcel.
Lo que se confirma, tal y como ha venido informando el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, en sus distintas comparecencias es que estamos ante una violencia organizada de carácter independentista.
No se trata de grupos autónomos, sin ningún tipo de jerarquización y estructura, como se pretende transmitir desde sectores nacionalistas; todo lo contrario. En torno a los Comités de Defensa de la República (CDR), y su «brazo armado», los Equipos de Respuesta Táctica (ERT), uno de los cuales fue desarticulado recientemente por la Guardia Civil y sus miembros enviados a prisión por orden de un juez de la Audiencia Nacional, se ha formado toda una estructura que es la que ahora es objeto de investigación. A esta estrategia de violencia callejera no son ajenos elementos de las mismas características de otras partes de España, en especial del País Vasco, y de algunos países europeos, que estarían identificados.
Las pesquisas también incluyen a los medios que han utilizado los que protagonizaron los disturbios para transmitir las consignas, entre ellas la plataforma telemática «Tsunamic Democratic». Se sabe, tal y como adelantó este periódico, que está residenciada en un servidor de Toronto (Canadá), y se cree que fue dada de alta con nombres falsos ante la certeza de que las Fuerzas de Seguridad intentarían identificarles.
El examen de los teléfonos móviles y ordenadores que se han incautado a los detenidos puede aportar datos fundamentales para establecer las conexiones de los cabecillas de la violencia callejera, la forma de enviarse las consignas y otros datos que no se revelan por razones operativas.
La voluntad del Ministerio del Interior es llevar la investigación hasta sus últimos extremos, para no dejar ningún cabo suelto, dada la gravedad de lo ocurrido en Cataluña. En este sentido, se sabe que el propio ministro Grande Marlaska ha dado instrucciones al respecto con el fin de que en el plazo más breve posible el asunto pueda ser presentado ante los tribunales que, en definitiva, son los que tienen tomas las decisiones oportunas, ordenar diligencias, etcétera.
El asunto problema que se ha suscitado en Cataluña durante la semana pasada tiene además un factor importante a tener en cuenta a la hora de delimitar responsabilidades: la utilización de la violencia, según mantienen algunos expertos, para presionar al Gobierno con el fin de que se aviniera a negociar el derecho de autodeterminación y algún tipo de medida a favor de los condenados por la intentona secesionista de hace dos años.
Lamentablemente, el «modelo vasco», que tanto dolor ha causa do en España, se pretendía, o se pretende aún, utilizar en Cataluña, aunque a un nivel más bajo de agresividad. La unión de esfuerzos de los Mossos D´Esquadra, la Policía Nacional y la Guardia Civil, cada uno en las misiones asignadas, evitó que el objetivo de la implantación del caos tuviera éxito, por más que las imágenes que se contemplaban esos días hicieran temer una ruptura del orden público. Ahora es el momento en que dichos cuerpos, a través de sus servicios de información, trabajan para evitar la repetición de los desmanes.
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