INE
La nueva revisión metodológica del INE reduce a la mitad el número de grandes empresas presentes en España
La adaptación del concepto estadístico de empresa afecta tan solo al 3% del tejido empresarial. Reagrupará ramificaciones de una misma entidad formando mayores conglomerados
El mapa empresarial español sufrirá una redistribución que, pese a tener un leve impacto -tan solo en el 3% de las empresas españolas-, afectará sobre todo a las grandes energéticas y manufactureras. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha anunciado hoy una adaptación del concepto de empresa por acuerdo del Sistema Estadístico Europeo (SEE). En España, el 97% del tejido empresarial (3.414.966 unidades legales) está compuesto por pymes. El 3,1% restante (104.168 unidades legales en grupos) son grandes agrupaciones empresariales que desarrollan actividades en distintos sectores y, por lo tanto, están formadas por varias unidades legales dependientes de una empresa matriz. “La progresiva complejidad de operar internamente que tienen hoy en día los grupos de empresas”, ha generado una revisión metodológica que reagrupará las diferentes divisiones de las 104.169 multinacionales presentes en España y las reducirá a no más de 50.000, señala el comunicado.
Para entender la teoría de este nuevo concepto de empresa, en primer lugar hay que identificar la compañía matriz que puede tener ramificaciones en distintos países. A la hora de realizar los cálculos de facturación, empleo, o distribución por sectores, cada país tendrá en cuenta, solamente, la presencia de dicha empresa en su territorio. A continuación, las unidades legales se agruparán por actividades. Por ejemplo, en el caso de una petrolera, hay unidades legales dedicadas al refino y otras a la industria química. Estas serán concebidas como empresas propiamente dichas. Aunque en principio la revisión podría implicar un aumento del número de grupos empresariales debido a esta división, el impacto es totalmente el contrario. La adaptación del concepto de empresa también conlleva la agrupación de unidades legales que realizan funciones auxiliares para otras unidades legales principales. En el caso de una petrolera, una empresa auxiliar sería la que se dedica al transporte de petróleo aunque la empresa matriz se dedique al refino. Este factor explica que, estadísticamente, las 104.169 grandes empresas presentes en España se reagrupen y acaben figurando tan solo como 50.000, aunque solo sobre el papel.
Esto provocará también una reasignación sectorial. Se producirá un trasvase de cifras de empleo y de negocio desde los sectores auxiliares a otros que representen la actividad principal de cada agrupación empresarial. En cuanto al empleo, este cambio metodológico no tendrá ningún impacto sustancial, pero sí lo hará sobre la cifra de negocio. Al sumar la cifra de negocio de todas las unidades legales que conforman el nuevo concepto de empresa, tendrá lugar una reducción derivada de eliminar los flujos entre ellas. Es decir, si una unidad legal vende materias primas a otra unidad legal de la misma empresa, la cifra de negocio no tendrá en cuenta el beneficio o gasto derivado de la compra y venta de esos productos que se produce entre ellas. La consecuencia inmediata es que este indicador se reducirá, de nuevo, sobre el papel, pese a que no sufra una reducción real.
Hasta ahora solo se puede hablar de manera teórica, señalan fuentes del INE. Este viernes 20 de diciembre, tras la publicación del Directorio General de Empresas, se podrá conocer con mayor claridad cuáles son las compañías afectadas, su facturación y el alcance de esta revisión. Durante la rueda de prensa concedida esta mañana a los medios, el organismo ha aclarado que este cambio metodológico no tendrá efectos fiscales ni implicará ninguna reducción real a corto o medio plazo, aunque no se descartan posibles consecuencias derivadas de la revisión.
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