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China pone en escena la nueva normalidad

Unos 117 millones de ciudadanos se desplazarán para celebrar el Primero de Mayo. La Ciudad Prohibida de Pekín reabre sus puertas tras cuatro meses de pandemia

Beijing eases the quarantine measures
Peatones con mascarillas cruzan un paso de cebra en el distrito financiero de PekínROMAN PILIPEYEFE

A finales del año 1949, con la guerra civil en China recién terminada, el Consejo de Administración del Gobierno Popular Central decidió establecer en el país de manera oficial el Día de los Trabajadores. Desde entonces, todos los 1 de mayo, los ciudadanos de la nación más poblada del planeta se visten con sus mejores galas, salen a comer en familia y se reúnen en parques, teatros, museos o plazas. Este año, con su celebración tratará de escenificar la ansiada vuelta a la normalidad.

Se trata también de proyectar el triunfo hacia el exterior. La fecha de este viernes ha sido la elegida para que la Ciudad Prohibida de Pekín, sita en la plaza de Tiananmen, abra finalmente sus puertas después de haber permanecido cerrada desde el inicio de la pandemia de Covid-19. Centro ceremonial y político del Gobierno chino, su apertura es un ejemplo de ese retorno a la normalidad de la segunda economía del mundo, tras cuatro meses llenos de calamidades, batallas, cuarentenas y muchas mascarillas.

Estas últimas son las que seguramente no deberán faltar el 22 de mayo cuando se celebre allí al lado, en el Gran Palacio del Pueblo, la reunión de la Asamblea Nacional Popular (el Legislativo chino), la cita política anual más importante entre la élite china. Así lo anunciaron unas autoridades chinas que, aunque aseguran que el país parece preparado para albergar la asamblea, todavía no han adelantado detalles sobre si los asistentes llegados de otras provincias deberán guardar cuarentena a su llegada a Pekín o si será posible que acudan periodistas y diplomáticos extranjeros como venía siendo habitual.

Lo que sí han indicado es que se tomarán «medidas especiales» para evitar contagios entre los más de 3.000 delegados que se suelen desplazar hasta la capital, afirmó el representante del Comité Permanente de la Asamblea de Hong Kong, Tam Yiu Chung. A lo largo de dicha cita, se anunciarán las pautas de trabajo para el año entrante y las previsiones económicas del Gobierno para este año, sobre todo después de que tras el parón industrial a principios de este 2020, el producto interior bruto cayera un 6,8%, la primera contracción en más de 40 años.

Atracciones abiertas y viajes

Mientras se espera a conocer más detalles sobre la celebración de tamaño evento, el país trata de retomar la rutina precoronavirus. En algunas provincias, los estudiantes ya han vuelto a las aulas y en ciudades como Shanghái otros disfrutan de la primavera en las terrazas. Además, en las últimas semanas, el número de infectados ha crecido en cifras de dos dígitos e incluso sobre Wuhan, la ciudad epicentro del brote, ya no pesan las restricciones.

Además, con el inicio del puente del Primero de mayo, numerosos chinos podrán viajar por primera vez desde el inicio de la pandemia. Se estima que habrá 117 millones de desplazamientos, una cifra que aunque representa un 35% de la media registrada el año pasado supondrá el primer «pico turístico» del año en el país. Todos ellos podrán volver a disfrutar de las atracciones turísticas del país, de las que un 70% estarán abiertas, aunque solo estará permitido un 30% del aforo máximo en cada una de ellas.

Medidas como esa son parte de la nueva normalidad en el gigante asiático, que pese a afirmar que es “relativamente seguro” visitar zonas donde no se han producido casos recientemente, insiste en que se deben respetar las medidas de prevención de contagios. Entre otras, no olvidarse de usar mascarillas, lavarse bien las manos o mantener las distancias.

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