Jonathan de Jesús Robaina Santana se hace llamar Lorena en prisión tras el homicidio de su prima Vanessa en Fuerteventura

En el acalorado debate de RTVE que tuvo lugar hoy, el líder de Vox, Santiago Abascal, generó confrontación al exponer el impactante caso de Jonathan de Jesús Robaina Santana. Durante el encuentro con Yolanda Díaz y Pedro Sánchez, Abascal cuestionó la gestión de la polémica "Ley Solo Sí es Sí" y cómo este suceso en el que Jonathan cambió su identidad tras un crimen atroz, plantea serias interrogantes sobre la aplicación de dicha ley.

Jonathan de Jesús Robaina Santana, autodenominado mujer con el nombre de Lorena, cometió un espantoso crimen al asesinar a su prima Vanessa Santana a golpes con un martillo y, según se supone, profanar su cadáver con una acción atroz. Durante su reclusión en prisión por este brutal asesinato, Robaina Santana inició un proceso de cambio de sexo. A través de su abogado, solicitó ser llamado Lorena, reivindicando su condición de transexual y negando su atracción por las mujeres. Esta petición generó controversia y cuestionamientos sobre las verdaderas motivaciones detrás del cambio de género y su impacto en la situación legal del acusado.

La familia de la víctima expresó entonces su preocupación de que Robaina Santana intentara evitar enfrentar acusaciones de un delito sexual adicional, lo que podría haber implicado 15 años más de prisión. La situación también avivó el debate sobre la integración penitenciaria de personas transexuales y su acceso a módulos de internamiento acordes con su nueva identidad de género.

El Ministerio del Interior se mantuvo hermético y no ofreció información sobre el paradero actual de Robaina Santana ni si se encontraba en una cárcel femenina. Esto generó inquietud entre la Alianza Contra el Borrado de las Mujeres, que presentó una reclamación buscando transparencia y garantías sobre la seguridad de las mujeres presas que podrían haber compartido espacios con Robaina Santana en caso de estar alojado en un módulo de mujeres.

En aquel momento, el caso avivó el debate sobre la protección de los derechos y la seguridad en el sistema penitenciario, especialmente en relación con personas que han cometido delitos graves y cambian de sexo durante su reclusión. La privacidad y la protección de datos se enfrentaron a los derechos y la seguridad de las mujeres en las cárceles, lo que requirió una revisión detallada de las políticas y procedimientos vigentes.