
Aerolíneas
Ryanair lo vuelve a hacer: si tu maleta se pasa del tamaño, hay 'bonus' para su empleado
La compañía aérea paga comisiones a su personal por detectar equipaje de mano que no cumple las normas

¿Tu maleta sobresale unos centímetros? ¿Es un poco más abultada tras una escapada de compras? En Ryanair, ese detalle puede convertirse en un ingreso extra para el trabajador que te detiene en la puerta de embarque. Un nuevo informe revela que la aerolínea irlandesa recompensa económicamente a sus empleados por hacer cumplir su estricta política de equipaje de mano, en un sistema que ha despertado controversia sobre los límites de las prácticas comerciales agresivas en la aviación de bajo coste.
Hasta 1,50 € por maleta: el incentivo que pesa más que tu equipaje
La información, publicada por "The Sunday Times", se basa en el recibo de sueldo de un antiguo trabajador de Ryanair que muestra un concepto de pago bajo el título “bonificación por equipaje de puerta de embarque”. El empleado afirma que recibía alrededor de 1,50 € por cada maleta considerada demasiado grande y detectada en la puerta. El límite mensual de esta bonificación rondaba los 80 € por trabajador.
La propia Ryanair ha confirmado la existencia de estos incentivos. En una declaración pública, la compañía reconoció que paga comisiones a los agentes que “identifican y cobran por equipaje de gran tamaño”. Aunque matizó que solo un “0,1 % de los pasajeros” se ven afectados por esta política, lo cierto es que la revelación ha generado dudas sobre la verdadera motivación del personal en los controles de acceso al avión.
75 euros de multa por unos centímetros de más
Actualmente, Ryanair permite llevar una pequeña maleta gratuita (de hasta 40 x 20 x 25 cm) que debe caber debajo del asiento delantero. Cualquier pieza adicional —como una maleta de mano estándar de hasta 10 kg y 55 x 40 x 20 cm, implica un cargo extra que parte de los 6 €, pero puede aumentar significativamente si se detecta en la puerta. En esos casos, el recargo puede ascender hasta los 75 € por pieza.

Este modelo de ingresos secundarios, conocido como "ancillary revenue", representa una parte fundamental del negocio de las aerolíneas de bajo coste, como Ryanair, que en su último ejercicio fiscal reportó más de 13.000 millones de euros en ingresos.
Contradicciones internas y presión externa
El sistema de bonificaciones contradice declaraciones anteriores del propio director de marketing de Ryanair, Dara Brady, quien en abril aseguró que “no se paga comisión a nuestro personal por el equipaje” y justificó el control del tamaño de maletas como una medida de eficiencia operativa: “Solo podemos llevar una cantidad limitada de equipaje a bordo”.
Sin embargo, el reconocimiento oficial de esta política deja en evidencia una doble narrativa. A nivel público, Ryanair intenta mostrar mano firme pero razonable; mientras, entre bastidores, premia a quienes detectan cualquier infracción, por mínima que sea.
EasyJet y Swissport: no es un caso aislado
Este modelo no es exclusivo de Ryanair. El mismo "The Sunday Times" reveló recientemente que el personal de Swissport, empresa subcontratada en siete aeropuertos británicos para gestionar los embarques de easyJet, también recibe incentivos similares: £1,20 por cada maleta interceptada, un sistema denominado en sus correos internos como “incentivo de ingresos por equipaje de puerta”.
Casos como el de la familia Adderson, de Guernsey, que denunció haber tenido que pagar 240 libras por llevar cinco maletas en un vuelo a Atenas, ponen rostro a las consecuencias de estas prácticas. Según afirmaron, su equipaje cumplía con las dimensiones establecidas.
Aerolíneas como Aer Lingus y DHL, al margen
Pese a esta tendencia, no todas las compañías siguen la misma estrategia. Aerolíneas como Aer Lingus o empresas de asistencia en tierra como Sky Handling Partner han afirmado que no ofrecen ningún tipo de incentivo económico a su personal por hacer cumplir la normativa de equipaje. La diferencia de criterios refleja una falta de regulación clara a nivel europeo, un vacío que podría cerrarse con las nuevas normas de la UE que prohibirán los cargos por equipaje de mano pequeño.
¿Un modelo sostenible o una trampa para el viajero?
Para Ryanair, la clave está en que “la gran mayoría de pasajeros cumple las normas”. Pero la política de recompensar económicamente a los empleados que detectan infracciones plantea una pregunta incómoda: ¿hasta qué punto estas medidas priorizan el cumplimiento normativo o simplemente buscan nuevas fuentes de ingresos a costa del viajero?
Con más de 200 millones de pasajeros al año, incluso un 0,1 % de incidencias supone una cifra significativa. Mientras tanto, los usuarios deberán seguir midiéndolo todo hasta el último centímetro si no quieren pagar el precio de lo que algunos ya llaman la “lotería del equipaje”.
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