Curiosidades
¿Sabias que los hipopótamos no pueden nadar?
Su alta densidad les impide flotar y como consecuencia se impulsan mediante contacto intermitente con el suelo, como los astronautas en un paseo lunar
Estos impresionantes animales, a pesar de su imponente tamaño y su vínculo innegable con el agua, tienen una peculiaridad que los diferencia de otros habitantes de los ríos y lagos: su incapacidad para nadar. Pero, ¿qué es lo que causa esta particularidad? La respuesta reside en su densidad y su peculiar forma de moverse en el agua.
A diferencia de la mayoría de los mamíferos acuáticos, como los delfines o las focas, los hipopótamos carecen de la capacidad de flotar. Su alta densidad corporal juega un papel fundamental en este aspecto. Aunque podría parecer contradictorio, su cuerpo pesado les impide mantenerse a flote de manera natural. Cuando intentan flotar en el agua, su densidad los arrastra hacia abajo, dificultando cualquier intento de mantenerse en la superficie.
En lugar de flotar, los hipopótamos emplean un método de propulsión único y fascinante. Para desplazarse en el agua, se valen de contacto intermitente con el suelo del cuerpo de agua en el que se encuentren, similar a cómo los astronautas se desplazan en la luna. Esta estrategia les permite moverse con relativa agilidad, a pesar de su falta de capacidad para flotar.
La forma en que los hipopótamos se desplazan en el agua es una adaptación sorprendente a su fisiología y entorno. Aunque no puedan ejecutar los movimientos de nado tradicionales, su método de impulsión les ha permitido sobrevivir y prosperar en los hábitats acuáticos a lo largo de generaciones.
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