Política

Las «anomalías» que no ve Ábalos

El ministro de Transportes censura el Gobierno andaluz de PP y Ciudadanos y se olvida del caso de los ERE

El ministro de Transportes, José Luis Ábalos, ayer en Huelva junto a varios dirigentes socialistas de la provincia
El ministro de Transportes, José Luis Ábalos, ayer en Huelva junto a varios dirigentes socialistas de la provincialarazonEP

Estuvo ayer en Huelva el ministro de Transportes y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, para animar a los socialistas a «terminar con la anomalía» que, a su juicio, supone el Gobierno andaluz, cuya «agenda la marca la ultraderecha».

Para Ábalos, es una «anomalía» que el Ejecutivo andaluz, tras 40 años de hegemonía socialista, esté integrado por sendos partidos distintos al PSOE, además de contar con el apoyo externo de Vox.

Se olvida el ministro, cuando todavía resuenan los ecos de su polémica por el «Delcygate», de otras «anomalías» de la comunidad autónoma, como el caso de los ERE –que acabó con la condena a dos ex presidentes socialistas de la Junta–, el dinero de la Faffe gastado en prostíbulos o las listas de espera ocultas en sanidad y dependencia que dejaron los anteriores ejecutivos del PSOE.

Por si fuera poco, Ábalos se reunió con el presidente de la Diputación de Huelva y secretario del partido en la provincia, Ignacio Caraballo, imputado en un presunto caso de compra de ediles. Otra «anomalía» en el seno del partido, además de que la líder del partido en la región, Susana Díaz, esté alineada con Pedro Sánchez después de disputarle el cargo.

Con todo, Ábalos se mostró convencido de que es «muy importante» que la comunidad autónoma «también se suba al tren del progreso y el futuro», toda vez que «las cosas que llegan de la gestión política de Andalucía no animan a pensar en el futuro», lamentó. Tras subrayar la relevancia y el papel del socialismo para la implantación de la descentralización y el municipalismo, el dirigente socialista reiteró el «protagonismo» del PSOE en la modernización del país, al tiempo que apeló al «sentimiento de libertad» que siempre ha defendido su partido, tal y como «se puso de manifiesto aquel 28 de febrero hace 40 año», recordó el ministro.