Cine
Rosado, presidente de la Spain Film Comission: «Ha habido gente que ha ganado dinero a espuertas con Canal Sur sin reinvertirlo»
Cree que “Andalucía tiene que crear un ‘hub’ audiovisual, cuyo vértice lo ocupe el presidente de la Junta”
Preside la Spain Film Comission porque la red estatal se impulsó desde Andalucía. La cabeza de Carlos Rosado, nacido en Málaga, pero de alma gaditana, está en permanente ebullición. Y su carrera exuda una idea: «El único valor seguro que garantiza el progreso de una comunidad es la energía de la sociedad civil». Desde ahí, anima a los andaluces a «cultivar la autoestima colectiva» como motor contra el papel secundario que «algunos querían para esta tierra».
El año pasado supimos que en 2018 se batió el récord de rodajes en la región, ¿continuará la tendencia creciente?
La Andalucía Film Commission parte de algo que estaba en mi cabeza y cuando tuve la primera oportunidad se lo planteé a la RTVA, que es la fundadora. Los hechos han demostrado que era posible y un elemento nuevo del progreso de la comunidad en términos culturales, económicos y sociales. Lleva 22 años de actividad y, salvo el pico de la crisis económica mundial, ha habido siempre un crecimiento de rodajes estable, al principio muy importante porque se pasó de 23 en un año a cerca de 700 el siguiente. Esa tendencia ha sido sostenida. Veremos los datos de este año, pero en términos generales se ha evidenciado que los rodajes constituyen una industria que, bien dirigida y promocionada, tiene capacidad de aumentar. Cuando se alcance el máximo, habrá que incrementar la calidad de lo que se atiende.
¿El futuro pasa por las series e incluso los «reality shows» de televisión?
Más pronto que tarde será difícil diferenciar entre cine, televisión y otras modalidades de creación audiovisual, lo que variarán serán las pantallas. El cine tendrá su espacio, pero ha habido un alza exponencial de las series de televisión que ha producido dos efectos: una subida extraordinaria de la oferta, del número de obras; y una diversificación territorial y temática. Ya hay series muy buenas no sólo en EE UU, Inglaterra o Francia, también escandinavas o italianas. Y España empieza a ser una potencia. Me da mucha satisfacción decir que la primera vez que en la tercera temporada de la serie «The Crown» han salido de Inglaterra han venido a Sevilla, Jerez, Málaga...
¿Andalucía es ya un destino acreditado para los rodajes?
Sí, para la industria nacional e internacional. Pero, no nos conformamos con ceder nuestros espacios o localizaciones, que son variadísimas y muy buenas, sino que queremos que, a través de eso, nuestra industria se nutra y cree riqueza y trabajo. Se han alcanzado picos de pleno empleo y no lo ha habido en otros meses porque el método de las ayudas públicas al audiovisual está excesivamente encorsetado.
La cacareada polémica del cine y las subvenciones…
El cine no está más subvencionado que otros sectores que nadie se atreve a cuestionar. Ahora peleamos por la PAC y ocurre en el aeronáutivo, en el naval… El cine español y andaluz no se financian con las subvenciones públicas. Están ayudados parcialmente por lo público en el elevadísimo costo que supone una obra audiovisual, pero el resto está sacado a pulmón por los productores, con los resortes financieros del sector privado.
El Gobierno autonómico anterior creó una mesa para ordenar e impulsar el sector, ¿en qué quedó la iniciativa?
Ha habido muchas aproximaciones más o menos voluntaristas al fenómeno del audiovisual. Andalucía tiene que crear un «hub», una especie de paraguas audiovisual, bajo el que estén todos los elementos activos de éste, todos los segmentos. Y si la comunidad quiere estar en la primera línea de los territorios que apuestan por esto, el vértice de ese paraguas lo tiene que ocupar el presidente del Gobierno –Juanma Moreno–y la ejecución se tendrá que desarrollar horizontalmente en diversas consejerías, no sólo en Cultura. Hay que sumar a Hacienda, Industria e incluso a Medio Ambiente o a Presidencia. Esto ya se aplica en otras zonas como Madrid, País Vasco o Barcelona. Hay que convocar a todos los activos de los que dispone Andalucía y evaluar en un plan estratégico cuáles son las fortalezas y las debilidades del sector audiovisual.
¿Cuáles son sus principales déficits?
No se explica que no haya en la región un gran centro de producción audiovisual, los hay pequeños y no están integrados en una estrategia común. Me hablaba de una mesa, eso está muy bien, pero hace falta un liderazgo público que, en mi opinión, debe ser directamente de la Presidencia del Gobierno. Y hay elementos que pueden convertirse en oportunidades como, por ejemplo, el Brexit, que estoy convencido de que nos puede afectar positivamente.
¿Hay un superávit de festivales en la comunidad?
Hay que dimensionarlos económicamente de acuerdo con su potencial, pero los festivales y las muestras dan oportunidades que sin ellos no las habría. Son la puerta de entrada de las óperas primas de los nuevos realizadores, de los que tienen dificultades para llegar a las pantallas de cine comercial… Juegan un importante papel en el plano cultural e industrial, lo que hace falta es ponerlos en orden para jugar todos, cada uno con sus cartas, la misma partida de un único juego y con unas mismas reglas.
¿Qué papel debería desempeñar Canal Sur en esta estrategia que plantea?
Demonizar a Canal Sur me parece un error y una injusticia. Se le deben logros. En primer lugar, la vertebración cultural y social de la comunidad, antes los andaluces no se conocían unos a otros. Y da una visión andaluza del mundo al estar las noticias hechas y emitidas desde un punto de vista autonómico. Esto, en términos generales, por lo que respecta al audiovisual, ha generado una industria. Es verdad que ha habido mucho aprovechado, gente que ha ganado dinero a espuertas con Canal Sur y no lo ha reinvertido, pero, junto a esto, que existe, han surgido nuevos profesionales, productores arriesgados, gente joven que no le tiene miedo a buscar mercados internacionales y que está logrando éxitos insospechados de películas o de series. «La trinchera infinita», por ejemplo, representa muy bien esto. Es una coproducción entre vascos y andaluces, pero la historia y los actores son andaluces y se desarrolla y se rueda aquí. Por ahí deberían ir los tiros en el audiovisual. Canal Sur ha permitido que esas obras se produzcan. El ahora laureado actor Antonio de la Torre era redactor de Deportes allí. El canal ha de tener un papel esencial en el «hub que decía.
¿Es machista el mundo audiovisual?
En el terreno de los contenidos, de los estereotipos que salen en las pantallas, es evidente que hay machismo porque las mujeres tienden a ser personajes auxiliares o a estar por su atractivo físico, a pesar de que tenemos actrices extraordinarias. Y en el mundo de la industria, hay productoras muy buenas y excelentes profesionales en todos los campos del audiovisual, pero es verdad que sigue habiendo brecha salarial y discriminación laboral. Las mujeres llegan poco a los cargos directivos y el que en este ámbito sea muy difícil la conciliación repercute sobre ellas. Aunque se puede decir que este sector no es el más machista de los industriales españoles, hay una tarea que hacer no sólo por parte de lo público, con normas, también desde lo privado. Hay que hacer un esfuerzo por tender a la paridad. Las mujeres han dicho basta y los hombres tenemos que oírlo bien clarito.
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