No nos salven más

Hoy se reúne Moreno Bonilla con un «comité» de autoproclamados o sedicentes «expertos» que lo iluminarán sobre las nuevas restricciones que planea endilgar (nos) a sus administrados. El espíritu volteriano, en primer lugar, compele a plantearse la siguiente pregunta, nada retórica y del todo inocente: «¿Cuántas eminencias en pandemias dinámicas o especialistas en mutaciones víricas hay en España para tanto «comité de expertos» como ha proliferado?». A Pedro Sánchez lo asesora uno, o eso van contando sus vates, y ningún presidente de comunidad –grande o chica, costera o interior– se priva del suyo lo que, sin excluir a las plazas norteafricanas que ambas son ciudades autónomas, nos proporciona un mínimo de veinte «comités de expertos» en España. ¿Toda esta gente cobra dieta cada vez que se reúne? ¿Cuánto han devengado en siete meses de palos de ciego? Si en cada «comité» se echa alfalfa a diez «expertos», de promedio, concluimos que los desvelos de doscientos cráneos privilegiados nos han traído la doble plusmarca mundial de muertos per cápita: en la primera ola y también en la segunda. Al cabo, los profesionales más serios que se enfrentan al covid-19, ninguno de los cuales luce el palmito en ningún «comité de expertos» porque no les queda tiempo para pavadas, abren los brazos con impotencia, palmas hacia arriba, para reforzar la socrática proclama: «Sólo sabemos que no sabemos nada», aunque tiranuelos de toda laya se escudan en sus respectivos «comités de expertos» para recortar derechos con delectación totalitaria. Y sí aseguraron tener claro un dato: el «comité de expertos» de La Moncloa afirmó en junio haber salvado medio millón de vidas con las medidas adoptadas en primavera. Como nos sigan salvando igual, aquí no van a quedar ni las cucarachas.