Laboral

El Brexit se consuma ante la preocupación de los trabajadores españoles en Gibraltar

Consideran un «sinsentido» el registro que se pondrá en marcha para entrar en la colonia, concluido el periodo transitorio

Frontera de La Línea con Gibraltar, un enclave por el que pasan miles de trabajadores diariamente
Frontera de La Línea con Gibraltar, un enclave por el que pasan miles de trabajadores diariamenteLa RazónLa Razón

El próximo 1 de enero concluye el periodo transitorio del Brexit, por lo que el Reino Unido estará fuera de la Unión Europea con todas las consecuencias. Este tumultuoso proceso ha provocado innumerables terremotos con réplicas en Gibraltar, colonia a la que acuden diariamente casi 15.000 españoles a trabajar. Recientemente, España y Reino Unido han suscrito un pacto que perfila los derechos de este colectivo, aunque, previamente, el acuerdo de retirada de la Unión Europea garantizaba a los trabajadores fronterizos el mantenimiento de todos los derechos laborales de los que disfrutaban antes del Brexit en virtud de la legislación comunitaria. Como novedad, se crea un registro y cada empleado deberá certificar su condición laboral, solicitándolo a las autoridades de la colonia. La carta sólo se expedirá a quien la solicite y, si algún trabajador no aparece como fronterizo y estima que tiene derecho a ello, podrá dirigirse a las autoridades gibraltareñas exponiendo su caso. El colectivo podrá acreditar su identidad al entrar en Gibraltar con su pasaporte y DNI españoles o de otro país de la Unión Europea.

La Asociación de Trabajadores Españoles y Fronterizos en Gibraltar considera la medida un «sinsentido total» y recuerda que siempre se ha mostrado en contra de que existan «discriminaciones al entrar o al salir» de la Roca. «Ir a una frontera externa a Europa significa que se puede pasar libremente con el pasaporte, sin ningún tipo de limitación, como cuando se va de Algeciras a Tánger», asegura a LA RAZÓN Juan José Uceda, portavoz de la asociación. Uceda señala que en la frontera de La Línea con la colonia «no hay medios adecuados» para controlar el volumen de personas que acuden diariamente a trabajar a Gibraltar. Existe la posibilidad de que se habilite un carril especial para los trabajadores españoles, pero esto «discrimina, por ejemplo, a una abuela española que quiera ver a su nieto enfermo en un hospital de Gibraltar o a algún gibraltareño que quiera ver a un hermano suyo a Algeciras». «Esto nos parece totalmente injusto», sentencia.

Si se abre ese carril para los empleados españoles podrán entrar en la colonia con facilidad, sin enseñar DNI o pasaporte, pero los gibraltareños tendrán que seguir soportando grandes colas, por lo que las autoridades británicas podrían habilitar otro carril para sus ciudadanos. «El lío puede ser monumental», advierte.

La asociación vería con buenos ojos que se habilitaran tres carriles de entrada y tres de salida, y no los dos de entrada actuales que se convierten en uno, formándose un embudo. Pero para que esta solución sea una realidad hace falta más personal e infraestructuras. En este punto, Uceda recuerda que la comisaría de Policía Nacional instalada en la frontera pidió al Ministerio del Interior la incorporación de 40 agentes para controlar el flujo diario de personas. «El Gobierno se negó y nos parece una barbaridad». Junto a ello, apunta que también se solicitaron unas obras en el entorno que podrían estar terminadas en agosto.

Otro fleco preocupante a partir del 1 de enero es la actividad comercial. Diariamente entran en la colonia decenas de camiones con productos agroalimentarios, de limpieza y derivados del petróleo, entre otros suministros. Los controles serán más exhaustivos, tal y como se exige en todas las fronteras externas a Europa, y las colas serán kilométricas. Uceda, gran conocedor de la realidad del Campo de Gibraltar, apunta que las autoridades gibraltareñas «tienen un plan b». «Ahora tienen un muelle más adaptado y mejores líneas marítimas. Cuando dejen de llegar suministros de España se optaría por los productos de Marruecos, a través de barcos tipo ro-ro».

¿Han hecho lo suficiente ambos gobiernos para sostener la economía y el empleo en la comarca? Uceda cree que «no se ha hecho nada» para paliar los problemas que está generando el Brexit. «Es como si se anuncia la llegada de un tsunami y, cuando te das cuenta, ya se ha ahogado la mitad de la población», sostiene. Y todo ello a pesar de que se marcó un periodo de transición de un año y los acuerdos se estaban abordando «de manera razonable». Otro asunto que añade más incertidumbre es el precipitado abandono de Downing Street de Dominic Cummings, asesor de Boris Johnson y considerado cerebro del Brexit.

Por su parte, la Junta de Andalucía ve «positivo» el acuerdo alcanzado y recuerda que ha sido «parte activa» en la negociación «sin buscar ningún tipo de protagonismo, sino el bienestar y los derechos de los ciudadanos andaluces que trabajan en el Peñón». De esta manera, el acuerdo «garantiza a los trabajadores fronterizos sus derechos, cuestión que siempre ha sido reivindicada por esta Administración en los distintos foros en los que participa a nivel nacional y europeo». A partir de ahora, los medios de la Junta, especialmente las oficinas de información sobre el Brexit que existen en los municipios de La Línea y Algeciras, «se pondrán a disposición de estos trabajadores para informarles y acompañarles en este proceso».