Justicia

La hija de una mujer asesinada: «No denuncié por miedo y al final mató a mi madre»

El acusado de matar a su pareja en Úbeda ha sido juzgado por otra causa en la que se investiga una presunta agresión sexual a una menor

El acusado entrando en la sala de vistas de la Audiencia de Jaén
El acusado entrando en la sala de vistas de la Audiencia de JaénEUROPA PRESSEUROPA PRESS

El hombre acusado de asesinar a su pareja en Úbeda, municipio de la provincia de Jaén, en septiembre de 2018 y que se encuentra en prisión a la espera de juicio ha sido juzgado hoy en la Audiencia jiennenseen otra causa aparte por presuntamente agredir sexualmente a la hija de la fallecida desde que tenía ocho años y hasta que cumplió los 15 años, acusación que el procesado ha negado. «Me destrozó mi infancia y no denuncié por miedo, pero al final mató a mi madre», ha señalado la joven, ahora con 21 años, tras relatar durante algo más de una hora numerosos episodios en los que el acusado supuestamente la sometió a todo tipo de prácticas sexuales desde que ella era una niña de ocho años.

Siete años de «auténtico infierno» en los que la joven, quien ha declarado por videoconferencia, no contó nada ni denunció porque estaba «aterrorizaba» y porque él constantemente la amenazaba de muerte tanto a ella como a su madre y a sus hermanos. «Ha destruido mi vida y mi infancia. Yo con ocho años tenía que haber estado jugando a las muñecas y no sufriendo lo que sufrí», ha manifestado la joven, para sumar que se sentía culpable y merecedora de todo lo que le estaba pasando.

Con la distancia, la joven ha relatado que la que fuera pareja de su madre tenía «una fijación enfermiza con las niñas» y ella fue su víctima. «Me miraba demasiado porque desarrollé muy pronto, pero yo no tenía la culpa de eso», ha anotado. En más de una ocasión le ha costado reprimir las lágrimas y controlar su nerviosismo ante las preguntas que se le estaban formulando, según han recogido Ep.

Ha agregado, con todo, que el acusado la obligaba a hacer continuos «paripés» para posar en fotos y dar una imagen de «familia normal» y que «nadie se diera cuenta» de lo que verdaderamente estaba pasando.