Málaga reivindica su aceituna aloreña

En pleno corazón del Parque Nacional de la Sierra de las Nieves se ha dado por iniciado el verdeo de la campaña 2021-2022 de la Denominación de Origen Protegida Aceituna Aloreña, que prevé una recolección de dos millones de kilos, prácticamente la mitad que el ejercicio anterior, como consecuencia de las inclemencias meteorológicas. Y es que la escasez de lluvias y el verano cálido de la provincia motiva un descenso de recolección que ocasionará por su parte un incremento del precio de venta de la aceituna, debido al incremento que sufren los costes de recogida y al citado menor volumen de producción. Su cultivo abarca un total de 19 municipios de la Sierra de las Nieves y del Valle del Guardalhorce donde emplea a unas 4.000 familias. No en vano, es uno de los productos típicos e imprescindibles en la industria agroalimentaria malagueña. Su condimentación y aderezo, basado en productos naturales, la convierten en un producto tradicional, característico y diferenciado del resto de variedades.

«Hasta que el tiempo nos permita estaremos aquí, trabajando contrarreloj día y noche porque tenemos que aprovechar el tiempo en el que la aceituna está madura y puede aguantar el año entero», afirma Antonia Bravo, presidenta del Consejo Regulador de la DOP Aceituna Aloreña. Bravo subraya que, pese a estar «en una campaña adversa» por la previsión derivada de la meteorología, «hemos de estar orgullosos y recordar que somos la primera aceituna de mesa española que consiguió la Denominación de Origen Protegida», reconocimiento que concede la Unión Europea.

La recolección de las aceitunas, conocida popularmente como ordeño, se realiza de manera manual a partir de cuadrillas que las recogen a mano y las depositan en los canastos recubiertos de tela de saco, en cubetas o en los llamados «macacos».