Economía
El riesgo de desaparición empresas de la industria auxiliar naval de Cádiz es “elevado”
La asociación empresarial de estas entidades expresa su preocupación por la falta de carga de trabajo
La industria auxiliar naval de Cádiz ha expresado hoy su preocupación ante la falta de carga de trabajo y la no confirmación de pedidos, tanto para 2022 como para el inicio de 2023, y ha alertado de que “el riesgo de desaparición de empresas del sector es elevado”.
En un comunicado de prensa, la asociación empresarial de la Industria Auxiliar Naval (IAN), miembro de la Federación de Empresas del Metal de Cádiz (FEMCA), lamenta que el centenar de empresas que la forman, y que ocupan a 15.000 trabajadores en la Bahía de Cádiz, “se encuentran en una situación de incertidumbre, analizando las posibles alternativas que será necesario adoptar con sus plantillas y sus activos en el corto y medio plazo si persisten estas perspectivas de cero pedidos”.
Lamentan que “mientras las dimensiones de los diques gaditanos admitirían carga, ésta se está derivando a otros centros de trabajo o está pasando a ser denegada por los clientes y armadores”.
La industria auxiliar asegura que el segmento de la reparación de cruceros en el que está trabajando Navantia, principal industria tractora de sus empresas, “no es suficiente para poner en carga a todo el sector”.
Además “la inestabilidad desincentiva la inversión e impide el crecimiento empresarial que las tractoras exigen para participar en los grandes contratos”.
“Ahora es el momento de que se invierta en la formación de los trabajadores que saldrán de las plantillas, de manera que se actualicen y se adapten a la carga de trabajo que deba venir en un futuro, y de invertir para hacer crecer el número de trabajadores disponibles “, afirma.
La organización demanda ayudas para las empresas, “ante el esfuerzo que deben realizar para mantenerse activas y con potencial para acceder a otros mercados y sectores”.
A la situación de incertidumbre se suman, explican, otros factores como la necesidad de adaptarse a la Reforma Laboral, “en un sector muy intensivo en mano de obra, pero con una alta rotación impuesta por la dinámica de unos contratos discontinuos e inseguros”.
“Para estas empresas, el sistema de fijo discontinuo es inaplicable”, aseguran.
“Otro factor negativo son los costes de materiales y de los suministros, que se están incrementando constantemente”, añaden.
“En definitiva, el riesgo de desaparición de empresas del sector es elevado”, concluyen mientras explican que un porcentaje de ellas se trasladan “a sectores como renovables, yates y megayates” o se dirigen otras zonas geográficas, pero la mayoría “dependen aún en gran parte de su facturación con las tractoras de la Bahía en un escenario en el que el incremento de coste está siendo soportado exclusivamente por este tejido auxiliar”.
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